El juez Juan Manuel Culottaestaba frente al televisor cuando veía que la diferencia entre Cambiemos y Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires se achicaba cada vez más. “No puede ser, no me digan que esto es la primera vez que pasa”, les chateó a los empleados del juzgado Federal Nº 1 de La Plata que tiene a su cargo, sobre la distancia de apenas 6.915 votos que obtuvo Esteban Bullrich sobre Cristina Kirchner.
El magistrado prefiere mantener el perfil bajo que consiguió durante los más de diez años que estuvo al frente del juzgado en lo Criminal y Correccional Federal de Tres de Febrero, pero sabe que la elección ajustada lo pone en el centro de la escena, ya que el juzgado que tiene a cargo desde el 24 de abril es el que realiza el escrutinio definitivo y da los resultados finales en donde la figura de la ex presidenta puede terminar siendo quien más votos obtuvo.
Desde que se hizo cargo del juzgado con competencia electoral en el territorio bonaerense, Culotta debió sortear dictámenes en contra de su designación. “De entradas tengo todas en contra”, dice el juez ante sus íntimos, a modo de broma. Habla no sólo de las trabas que tuvo para asumir, sino también del escrutinio que cobró protagonismo mediático.
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Apuntado. Antes de asumir en el cargo, a Culotta se lo vinculó con Mauricio Macri. A pesar de haber ido también al Colegio Newman, el magistrado aseguró a PERFIL que no conoce al Presidente como así tampoco a Juan Bautista Mahiques (representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura) y Pablo Tonelli(diputado Cambiemos), quienes habrían impulsado su postulación en el juzgado electoral.
Sin embargo, sabe que, por más que explique una y otra vez que no tiene vínculo con Cambiemos, en escrutinios como estos su figura puede volver a ser cuestionada. “Si el resultado es favorable para Bullrich, van a insistir con que tiene un vínculo con Macri. A Juan Manuel le convendría que gane Cristina”, dicen en los pasillos del juzgado que ayer terminaba de contar los votos de la primera sección electoral. El primer día del conteo, Culotta se mostró abierto a que los medios muestren cómo se realiza el escrutinio definitivo para dejar en claro que se trata de un proceso transparente en el que no hay lugar para los grandes mitos por el robo de votos.
Culotta asegura que las quejas por su designación sólo provienen de la ONG Abogados por la Justicia Social y que ningún partido político presentó planteos en contra de su rol como juez subrogante del juzgado electoral más importante del país.
En el despacho que ocupa en La Plata, el magistrado recibió a los apoderados de todos los partidos políticos con los que entabló buen diálogo. En medio del escrutinio, Culotta mantiene vínculo constante, sobre todo, con los apoderados de Cambiemos y de Unidad Ciudadana, que pelean voto a voto un conteo que cree que es “para la tribuna”, ya que se trata de una elección interna.
Octubre será otra historia. En el escrutinio de la elección general, la victoria por un voto significa una banca más en el Senado de la Nación para el ganador. Culotta sabe que en dos meses, la pelea por los sufragios puede ser feroz y será él quien deba resolver los planteos de cada partido que buscará quedarse con la victoria.
