POLITICA
un plan que se definira para fin de año

El Gobierno juega al misterio con el envío de efectivos a la Provincia

La Nación no quiere que se sepa dónde se van a desplegar. El problema de fondo es si investigarán o sólo se mostrarán en la calle.

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Presencia. Los intendentes piden visibilidad, pero en Seguridad prefieren que el trabajo sea más de investigación. Ritondo y Burzaco pulen detalles del proyecto. | Marcelo Aballay

El gobierno nacional está jugando al enigma con el desembarco de los efectivos de las fuerzas federales en el territorio bonaerense. En parte, porque todavía no hay definiciones claras de las fechas, la logística y los operativos, pero también por una cuestión estratégica: en el Ministerio de Seguridad no quieren que se sepa con antelación dónde van a estar los efectivos, para así evitar que la Policía Bonaerense se vaya del lugar.

“Es el efecto globo: apretás de un lado y se infla en el otro”, grafica un funcionario de Seguridad para explicar el porqué de la estrategia. Se basan en que hasta ahora lo que pasaba es que cada vez que fuerzas nacionales se instalaban en una zona, la policía local se iba a otra, en lugar de trabajar en conjunto. La misma problemática se está dando en la provincia de Santa Fe. La Gendarmería todavía no se ve en las calles y eso genera rispideces políticas.

El viernes hubo una reunión operativa de las autoridades con los jefes de las cuatro fuerzas (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria). También hubo otra entre Eugenio Burzaco, número dos de Patricia Bullrich, y Cristian Ritondo, ministro bonaerense. La idea es tener el plan listo para ponerlo en marcha antes de fin de año. No solamente tienen que definir los principales puntos adonde apuntarán los operativos para contener el delito sino que también hay cuestiones logísticas, como los lugares donde se instalarán las fuerzas federales en cada municipio.

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El problema de fondo, de todas formas, no es operativo, sino político. “En la reunión con (Mauricio) Macri se definió que vamos a aplicar un sistema dinámico, él mismo repite que lo estático no sirve”, cuentan fuentes de Seguridad. Y se lamentan: “Pero salimos de ahí y de lo único que se habla es si son 6.200 efectivos u otro número”. Es que en el ministerio que conduce Bullrich prefieren que la mayor parte de los efectivos federales no estén a la vista, sino que trabajen en equipos de investigación. “Pero los gobernadores quieren gendarmes, los intendentes quieren gendarmes, los medios quieren gendarmes y los vecinos quieren gendarmes”, razonan. En un año electoral como el que se avecina, la presencia visible tiene un efecto mucho más fuerte en la percepción de seguridad. “Ponés un gendarme en la esquina y el vecino va a saber que está, pero también el delincuente”, razonan. “Está demostrado estadísticamente que opera sobre la percepción de seguridad, pero no sobre la real, medida en homicidios, por ejemplo”, añaden.

Los números son un enigma

Serán 6.200. Serán más. Serán menos. La definición sobre la cantidad de efectivos de las fuerzas federales que desembarcarán en la provincia de Buenos Aires es un misterio. Pero la discusión no sólo es por el futuro, sino también por el pasado. Una alta fuente del Ministerio de Seguridad reconoció sus dudas respecto a la cantidad de efectivos desplegados durante el kirchnerismo. “Yo dudo de si hubo 6 mil efectivos. No tenemos registro de que haya habido tantos”, aseguró.  Es uno de los principales ejes de la polémica, porque a principio de la gestión Cambiemos se redujo la ayuda a la Provincia, y ahora se decidió aumentarla nuevamente.

También es un enigma la cantidad de efectivos con los que realmente cuenta la Bonaerense. El número total asciende a unos 80 mil, pero hay 8 mil exonerados y 15 mil con carpetas médicas. Otros 20 mil son de las policías locales, por lo que responden a los intendentes. De los 37 mil restantes, 20 mil están asignados al Gran Buenos Aires; divididos en tres turnos, da 6.666. Eso para el territorio más conflictivo.