POLITICA

El perfil psicológico de Kirchner, signado por su colon irritable

En el informe sobre el estilo K, le Embajada se concentra en la enfermedad del ex Presidente y la vincula a su desprecio por el protocolo. La insólita anécdota de la trucha.

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Obsesivo-compulsivo, controlador, capaz de pasar de la tranquilidad a la ira en segundos y preocupado siempre por tener un baño cerca. Esos son algunos de los rasgos del perfil psicológico que trazó la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires sobre el ex presidente Néstor Kirchner en un cable diplomático clasificado que fue publicado ayer por el sitio WikiLeaks.

“De acuerdo a recientes estudios, el perfil psicológico de Kirchner incluye la necesidad de estar siempre en control, tomar decisiones rápidamente, y mantener una pelea constante con los que percibe como enemigos”, afirma el comunicado, que anota entre los blanco predilectos del ex mandatario a: el FMI, Estados Unidos, la Iglesia, el Ejército, los empresarios nacionales y extranjeros, supermercados, petroleras extranjeras, “los noventas” y los ex presidentes Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde.

La mesa chica pingüina también figura en los cables secretos de la diplomacia de Estados Unidos. “Kirchner no delega asuntos políticos y él mismo toma todas las decisiones importantes (...) sólo consulta a un estrecho grupo de colaboradores de toda la vida, que son su círculo primario por su lealtad y no por sus habilidades técnicas”, dice el informe. “Ni siquiera consulta a sus funcionarios. De acuerdo a oficiales del Banco Central, el presidente de la entidad Martín Redrado se enteró que el gobierno iba a usar 10 mil millones de reservas para pagar la deuda cuando Kirchner lo anunció”, agrega.

Gritos y truchas. El cable publicado por WikiLeaks marca que “Kirchner es conocido por sus rápidos cambios de ánimo” y trae a colación una anécdota de sus épocas de gobernador de Santa Cruz que Sergio Acevedo le relató al número dos de la embajada (DCM), en la que Kirchner se enfureció contra su ministro de Energía porque había realizado declaraciones contra una política oficial de su gestión.

Kirchner llamó al funcionario a su oficina, empezó a gritarle y después lo echó de su oficina a los empujones. Todos en el gabinete esperaban que el ministro de Energía fuese echado. Kirchner no le habló por dos semanas, hasta que de manera inesperada lo llamó para pedirle una trucha para una cena que estaba organizando”, reconstruye el comunicado.

Acevedo relató que este funcionario tenía la reputación de saber dónde estaban las mejores truchas del río Gallegos. El secretario cumplió con el pedido y dos días después Kirchner lo invitó a tomar una café. “Kirchner le agradeció personalmente por la trucha y procedió a hablar con él durante un rato largo, con si la pelea anterior nunca hubiese pasado, para sorpresa de los presentes, incluyendo al propio secretario. Al final, el secretario no fue echado y Kirchner no volvió a sacar el tema nunca más”, afirma el informe.

Colon y personalidad irritable. El perfil psicológico que realizó la embajada sobre Kirchner vincula de manera directa la personalidad del ex mandatario a su síndrome de colon irritable. “Su enfermedad exacerba, y quizás define, las emociones de Kirchner y su psicología”, sentencia el cable. “De acuerdo a la asociación medica norteamericana, los efectos psicológicos de esta enfermedad llevan a aquellos que la sufren a ser ‘rígidos, personas metódicas con tendencias obsesivo compulsivas’”, diagnostica.

Además, el cable relaciona la enfermedad de Kirchner con su evasiva de actos largos y cronogramas cansadores. “Esto tendría que ver con la falta de atención de Kirchner al protocolo que involucra actos largos o cronogramas cargados, en los que Kirchner no tendría acceso rápido a un baño”. El detalle, con ribetes algo morbosos, demuestra hasta qué punto Estados Unidos quería indagar en el “estilo K” de manejo del poder público.