POLITICA
los fondos de la afi

Macri destina a los espías mayor presupuesto con menos controles

El Gobierno dispuso una suba de 24,5% para la ex SIDE, por encima del aumento promedio de las cuentas públicas. La Agencia no tiene necesidad de rendir gastos.

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Arribas. “No hay que confundir falta de transparencia con fondos reservados”, se defiende. | cedoc

El macrismo quiere una Agencia Federal de Inteligencia cada vez más poderosa y secreta. El presupuesto de la ex SIDE para 2017 tendrá un plus de 355 millones de pesos: se trata de un aumento del 24,5%, por encima de la suba integral del presupuesto (22%) y de la inflación proyectada para el año próximo (17%). En adelante, la AFI contará con más fondos para hacer inteligencia (más sus derivados non sanctos), mínimos controles (la Comisión Bicameral del Congreso muestra escaso interés en hacerlo) y no tendrá la necesidad de rendir cuentas públicas, porque Mauricio Macri habilitó por decreto la confidencialidad plena de sus recursos.

Ante ese panorama de secretismo y discrecionalidad, Gustavo Arribas ya se consolidó como el verdadero mandamás de la Agencia, al punto de eclipsar a su segunda, Silvia “la Turca” Majdalani. Arribas es el único interlocutor de Macri y tiene línea directa con un grupo de dirigentes sin cargo formal, pero con influencia en ascenso: el presidente de Boca y operador judicial Daniel Angelici; el ex número dos de la SIDE Darío Richarte; y el mítico radical Enrique “Coti” Nosiglia, quien ya (re)visitó el edificio de la AFI, ubicado en diagonal a la Casa Rosada.

El presupuesto, aprobado en Diputados, incluye un incremento de los recursos para la AFI: de los 1.449.954.000 pesos actuales a 1.804.468.000. Es decir, una suba de casi 355 millones de pesos, un 24,45% más que el presupuesto 2016 de la Agencia.

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“Es una sorpresa ese aumento. El ámbito de la inteligencia fue siempre muy oscuro. Nunca se habla del personal, de la plata y de la información. Qué obtienen, cómo y para qué. Debería disolverse”, afirma la diputada Margarita Stolbizer, una de las voces críticas sobre el funcionamiento de la AFI. En Cambiemos, Elisa Carrió y hasta Jaime Duran Barba también propusieron su extinción.

Lejos de esas posturas abolicionistas (con el antecedente de dos atentados terroristas), el Gobierno apuesta a fortalecer a la AFI de Arribas, un amigo directo del Presidente y empresario dedicado a la compra y venta de jugadores de fútbol hasta hace un año.

Discrecionalidad. “En realidad, al haber una discrecionalidad absoluta, los recursos de la AFI son casi de libre disposición. Incluso pueden ser usados para cuestiones alejadas de la inteligencia, como pasó muchas veces”, lamenta el director ejecutivo de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), Torcuato Sozio. El caso de la Banelco, en el que se habrían usado 5 millones de dólares para el pago de sobornos, es uno de los ejemplos históricos más recordados.

Hasta mayo pasado se podía conocer el uso de los fondos de la AFI, con excepción de los destinados a tareas específicas de inteligencia. Pero Macri eliminó el decreto que permitía el acceso a esa parte de la información: lo hizo por vía del decreto 656. “Dio marcha atrás con una de las pocas cosas buenas que había hecho el kirchnerismo respecto a la ex SIDE”, opina Sozio.

“No hay que confundir falta de transparencia con que el fondo sea reservado, que no quiere decir sin control”, se justificó Arribas, cuando expuso en el Congreso para que aprobaran su postulación.

La ADC fue una de las ONG que, en 2012, hizo un pedido de informes para obtener datos básicos sobre el funcionamiento de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso. No hubo respuestas, y las ONG presentaron un amparo, que a su vez fue negado en dos instancias judiciales. En ese momento y hasta el año pasado, la vicepresidenta de esa inactiva Comisión (que por ahora no mostró un cambio de tendencia) era Silvia Majdalani, hoy número dos de la AFI.

La suba del presupuesto tiene una contrapartida: la disminución del 80% en los fondos para el espionaje del Ministerio de Defensa. Tras la pelea de Cristina Kirchner con la conducción de la ex SIDE, en 2014, engordó el sector de inteligencia del Ejército, a cargo de César Milani. Ahora Macri dejó claro que el poder y la confidencialidad vuelven a estar en manos de la AFI.