En una jugada de último momento y a días del recambio legislativo, Mauricio Macri envió ayer un polémico proyecto de ley a la Legislatura porteña para modificar el convenio del juego, cuyo actor central es el empresario kirchnerista Cristóbal López. A partir de la iniciativa se mejoran los ingresos de la Ciudad en concepto de impuestos al juego y se le cobrará un canon “especial” del 3% a las ganancias de los tragamonedas y las carreras de caballos desde el año que viene. Pero a cambio el PRO rescindirá una deuda de entre $ 800 y $ 1.000 millones en concepto de Ingresos Brutos impaga por los últimos cuatro años.
El proyecto modifica el convenio del juego que celebraron en 2003 el gobierno de Aníbal Ibarra y Lotería Nacional, y supone, por un lado, un ingreso extra, según el gobierno porteño, de $ 300 millones producto de que se dividirán en un 50% los ingresos entre Nación y Ciudad. El convenio, que fue firmado el 4 de diciembre, tiene ocho artículos y un anexo en el que prestan su conformidad Federico Achával –amigo de José Torello, ex funcionario y compañero del líder del PRO–, titular del Hipódromo Argentino de Palermo, y Jorge Terricabras Cabani, a cargo de Casino Buenos Aires. Ambos dejan en claro que si la Ciudad intenta cobrar II.BB. no pagarán el canon. El nuevo gravamen se suma a lo que todos los años percibe la Ciudad por el juego, que este año significará unos $ 350 millones.
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Bajo la ley 2.997 se había dispuesto el cobro de II.BB. para el juego desde 2003. Sin embargo, una medida cautelar la dejó sin efecto con el argumento de que el pago de un 8% sobre el total apostado terminaría siendo “confiscatorio” y convertiría la actividad en poco rentable. Tras 12 años, y luego de que la Corte Suprema le diera hace dos años la potestad a la Ciudad de cobrar, el jefe de Gobierno porteño reunió a todos los jefes de bloque en su despacho. Les pidió intentar armar algún proyecto que permita cobrar impuestos a Cristóbal López y sus socios. En 2002 el empresario kirchnerista se asoció con Hapsa S.A. para instalar 4.200 tragamonedas en el Hipódromo, y años después con Casino Buenos Aires, junto a la española Cirsa, instaló otras 1.400 en el Casino Flotante de Puerto Madero.
“Es un convenio escrito por Cristóbal López para Cristóbal López. En la provincia de Buenos Aires se le cobra mucho más del doble de lo que le piensan cobrar a Cristóbal”, se quejó el diputado electo por UNEN y ex legislador porteño Fernando Sánchez.
Según sus cálculos, la Ciudad se perdió, por no haber logrado cobrar Ingresos Brutos, entre $ 150 y $ 250 millones por año, más intereses y punitorios. “En los últimos cuatro años sólo de II.BB. se podrían haber cobrado entre $ 800 y $ 1.000 millones”. Y eso, con la nueva ley, queda completamente cancelado.
Según fuentes del mercado, cada una de las 5.600 tragamonedas que hay en la Ciudad (en el Hipódromo y los dos buques casino) genera una ganancia diaria de unos US$ 300. Representan más de US$ 600 millones al año. “Las empresas tienen un problema en el balance porque no pagan II.BB. Por eso, por ejemplo, no pueden cotizar en Bolsa o pedir un crédito ya que necesitarían presentar un balance. Además les trajo problemas ya que si quieren vender les pagarán mucho menos”, analiza una fuente del mercado. De hecho Cristóbal recibió hace un par de años una oferta de compra de un grupo empresarial de EE.UU. La operación no se pudo concretar cuando la firma observó el litigio judicial. La idea del PRO es que se trate el lunes, antes de que asuman los legisladores elegidos en octubre, en medio de un toma y daca con la oposición por cargos en organismos descentralizados.
