De esta manera el supuesto comprador del Grupo Veintitrés, ahora prófugo de la Justicia argentina, es buscado por presunta estafay está imputado por "amenazas coactivas" reiteradas contra un comerciante y su pareja.
El "arrepentido" adquirió los relojes (por un monto total de 383 mil pesos con un cheque sin fondos) pero no los pagó y ante el reclamo reiterado de su ex pareja y el vendedor, reaccionó con amenazas. Según publicó el sitio de internet fiscales.gov.ar, la fiscal Cristina Caamaño le pidió a la jueza en lo penal Karina Zucconi que elevara la causa a juicio oral.
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Sin embargo, el pedido de captura internacional se da porque Martínez Rojas no está en el país y no pidió autorización para ausentarse. Las operaciones en las que está involucrado el empresario son de lavado de dinero por unos dos mil millones de dólares.
"Las pruebas reunidas evidencian que el imputado cuenta con medios suficientes como para eludir exitosamente el accionar de la Justicia en caso de así quererlo, como también cuenta con medios suficientes para seguir presionando a los principales testigos de estos hechos (los propios damnificados), lo que podría poner en peligro el éxito de esta investigación", sostuvo la fiscal.
