POLITICA
CAMBIOS EN EL GOBIERNO

Tras la salida de Stiuso, Máximo lleva a un amigo a la Secretaría de Inteligencia

Fernando Basanta integra La Cámpora y militó con el hijo de Cristina Kirchner. Lo apodan el Pingüino. Algunos creen que podría reemplazar al espía separado de la SI.

Afuera y adentro. Stiuso, director de Operaciones, fue jubilado de la secretaría. Basanta se incorpora al nuevo organismo.
| Cedoc

La salida del histórico agente Antonio ‘Jaime’ Stiuso dejó abierta la puerta para que el Gobierno tome definitivamente las riendas de la Secretaría de Inteligencia (SI). Máximo Kirchner gestionó el desembarco al organismo de algunos de sus hombres más cercanos y ordenó blindar la SI. Para lograrlo ubicó a su íntimo amigo y actual funcionario del Ministerio de Justicia, el camporista Fernando Miguel Basanta, quien sería los ojos y oídos del hijo presidencial en la secretaría y tendría a su cargo tareas de trascendencia dentro de la futura Agencia Federal de Inteligencia.

La retirada de Jaime y sus hombres de confianza obligó a La Cámpora a ocupar el terreno. Máximo intervino en la designación de los flamantes integrantes del organismo. “Basanta está adentro desde hace un tiempo por orden de Máximo, y el visto bueno de Parrilli y Zannini”, confió a PERFIL una fuente de Inteligencia. El dirigente de La Cámpora comenzó a trabajar dentro de la secretaría hace dos meses, aunque la información acerca de su función se maneja con gran hermetismo. Fuentes consultadas por este diario coincidieron en señalar que Basanta podría estar ocupando, ni más ni menos, el lugar que Stiuso dejó vacante como director de Operaciones, aunque no descartan que tenga a cargo “el manejo administrativo financiero de la SI”, una caja millonaria con escaso control.

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A pesar de su participación en la secretaría, Basanta aún no renunció a su cargo como director de Relaciones con el Poder Legislativo, que depende directamente del secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez. Al igual que en el organismo de inteligencia, es el hombre de Máximo en la Justicia. “En el Congreso nada se aprueba si no pasa por él”, dijeron desde el entorno de La Cámpora. PERFIL pudo saber que el Pingüino, como lo apodan, organiza el trabajo de los camporistas en el Congreso, y revisa los proyectos de ley dentro del kirchnerismo. Tanto es así que el año pasado Basanta siguió muy de cerca la reforma del Código Civil a pedido de Máximo. “Todos buscan congraciarse con él”, confió un fuente legislativa cercana al bloque oficialista.

Pago chico. Oriundo de Santa Cruz, conoció a Máximo a través de la militancia. Rápidamente se convirtió en dirigente de La Cámpora y representó a su provincia en distintos actos que la agrupación llevó adelante en el país. Los vínculos del apellido Basanta con el poder se remontan a la época de Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz. Su padre, Arnulfo Basanta, reconocido escritor, fue empleado del Correo Argentino y luego, con NK al frente de la gobernación, conquistó la gerencia general de Loterías para Acción Social (LOAS). Fernando viaja a menudo a Río Gallegos ya que su familia vive allí y en ocasiones suele visitar la unidad básica de La Cámpora de calle Maipú.

Otro amigo. PERFIL había adelantado el intento de Máximo de ubicar en la ex SIDE a Martín Alaniz, militante camporista y ex concejal de La Plata. Alaniz renunció a su cargo en enero y reconoció a este diario que “estaba hablando su posible ingreso”. Su designación podría ser clave para confirmar la influencia de Máximo en el armado de la nueva Agencia Federal de Inteligencia.