PROTAGONISTAS
fallecio el viernes, a los 84 aos

Aplausos y pétalos de rosas en el emotivo adiós a Alfredo Alcón

El cortejo fúnebre partió del Congreso y se detuvo en el teatro San Martín. Homenaje final en el cementerio de Chacarita, donde descansan los restos del actor.

Tristeza. El ataúd se cubrió con una bandera que obsequió el diputado Julián Domínguez.
| Cedoc Perfil

La lluvia de pétalos de rosas y los aplausos se hicieron sentir el sábado por la mañana en la puerta del Congreso Nacional. Allí, una multitud de seguidores y personalidades de la cultura y la política se apostaron pasadas las 10 de la mañana para darle el último adiós al gran actor Alfredo Alcón, quien falleció el viernes, a los 84 años. Minutos más tarde, comenzó el cortejo fúnebre desde el Congreso, donde había sido velado, en el Salón de los Pasos Perdidos, hasta el cementerio de la Chacarita, donde sus restos ya descansan en el Panteón de los Actores.

Pero antes de llegar a la morada final, el cortejo fúnebre, que cosechó aplausos durante todo su recorrido, hizo una parada especial ante el teatro San Martín. Se trató de una parada obligada ya que fue ese teatro el que vio crecer al actor. Fue allí donde Alcón interpretó los grandes clásicos de la dramaturgia, clásicos de William Shakespeare, Federico García Lorca y Arthur Miller, entre otros. Allí, también, realizó una de sus últimas obras, Final de partida, junto con Joaquín Furriel, Graciela Araujo y Roberto Castro.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Para cuando el cortejo llegó, ya se encontraban allí Aníbal Ibarra; el ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, y muchos colegas que lo esperaron para homenajearlo con el audio en off de muchas de las obras de teatro que Alcón protagonizó en las salas de ese complejo. Y además del aplauso y de las lágrimas de sus afectos, varios seguidores lanzaron claveles sobre el techo del coche fúnebre, que dejaba ver el ataúd cubierto por una bandera argentina. La misma fue un obsequio del jefe de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en nombre del Congreso, al considerarlo uno de los referentes de la cultura en los últimos treinta años de democracia.

Tras ese pequeño homenaje, el cortejo llegó hasta el Panteón de los Actores, en el cementerio de la Chacarita. Allí ya estaban sus amigos y colegas Norma Aleandro, Nicolás Cabré, Cecilia Rosetto, Pablo Codevilla, Miguel Habud, Marta González, Peto Menahem, Adrián Suar, Guillermo Francella, Cristina Banegas, Lidia Catalano, Marco Antonio Caponi, Paula Kohan, María Onetto, Roberto Antier, Juan Carlos Puppo, Ana María Picchio y el actor Joaquín Furriel, quien le leyó una carta de despedida que envió el director de teatro español y amigo de Alcón, Lluís Pasqual, que lo dirigió en Edipo XXI, de su autoría; La vida del rey Eduardo II de Inglaterra, de Marlowe y Brecht, y El público, de García Lorca.

También se encontraban quienes trabajaron junto a él en los últimos tiempos: Alejandro Vanelli, Nora Lafón, el productor Pablo Kompel y Jorge Vitti, su gran compañero desde hacía treinta años. Entonces, todos los presentes lo ovacionaron con un aplauso cerrado, de esos que se dan cuando se despide a un gran actor del escenario