SOCIEDAD
Recuerdos del da que el aula fue un infierno

Los alumnos de Carmen de Patagones marcharon "por la luz" a dos años de la inexplicable masacre

Familiares y amigos de los tres adolescentes asesinados por "Junior" se movilizaron esta tarde desde la escuela hasta el Río Negro. El joven sigue internado, aunque es inimputable porque era menor al cometer los crímenes.

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Los alumnos de la escuela de Carmen de Patagones participaron de la marcha. | Cedoc
Pasaron dos años pero el recuerdo del horror persiste. En Carmen de Patagones, los familiares, docentes y amigos de los tres estudiantes asesinados por "Junior" realizaron esta tarde una marcha con velas para recordar a los tres jóvenes fallecidos en la llamada Masacre de Patagones.

Alrededor de las 19:30, estudiantes, padres y vecinos se reunieron en la escuela Islas Malvinas -donde ocurrió el trágico hecho- desde donde comenzaron a marchar silenciosamente y con velas hasta el río Negro. Las puertas del colegio fueron cubiertas con numerosas calcomanías con los nombres y rostros de los jóvenes muertos.

La movilización efectuó el mismo recorrido que el año pasado hasta la zona conocida como "Las cuatro plazas", en la zona ribereña, y dejaron allí depositadas velas y ofrendas en memoria de los jóvenes asesinados.

" Luchemos para que la escuela vuelva a ser el segundo hogar" y "No olvidar el pasado, por un futuro mejor", podía leerse en el borde de los adhesivos que los alumnos repartieron desde ayer entre los lugareños.

La "Marcha por la luz" cubrió el mismo trayecto que las anteriores, que hasta diciembre se llevaron a cabo cada 28 de mes, y por primera vez contó con la participación de sacerdotes católicos y pastores evangélicos que rezaron una oración ecuménica.

Aquella mañana terrorífica, poco antes de las 8, uno de los alumnos ingresó a su curso en el 1º “B” del polimodal de la Escuela Islas Malvinas y extrajo una pistola 9 milímetros que había sustraído a su padre, miembro de la Prefectura Naval. Sin decir nada, comenzó a disparar a sus compañeros. Tres murieron y cinco resultaron heridos. Fue la Masacre de Patagones.

Evangelina Miranda, Sandra Núñez y Federico Ponce son los nombres de los tres adolescentes que perdieron su vida. Sus familiares y amigos repartieron ayer en toda la ciudad calcomanías sus imágenes y con las frases “luchemos para que la escuela vuelva a ser el segundo hogar” y “no olvidar el pasado, por un futuro mejor”.

Hoy no se dictaron clases en la escuela donde se produjo la masacre, mientras en el resto de las escuelas de Patagones la bandera será izada a media asta, con la realización de un minuto de silencio en el momento de ingreso a las aulas.

Tomás Ponce, padre de Federico pidió que “la gente se comprometa con el recuerdo de los chicos, para evitar la repetición de este tipo de dolorosas historias”.

En tanto, la madre del joven muerto,  María Santa Cruz de Ponce, reiteró hoy que los testigos de la masacre aspiran a que el aula donde el joven "Junior" disparó sobre sus compañeros se destine a un "museo o una sala de reflexión". En cambio, las autoridades de la escuela dejaron trascender su intención de reabrirla para dictar clases.

Por su parte, la jefa de inspectores del distrito Patagones, Raquel Incaminatto, resaltó la "apuesta a la vida" de los alumnos de la escuela Islas Malvinas.
"Los alumnos tuvieron manifestaciones y procesos de dolor más rápidos que los adultos", dijo la funcionaria al destacar el "trabajo fuertemente pedagógico" de los dos años posteriores a la tragedia.

¿Quién es el responsble? El joven que asesinó a sus tres compañeros está internado en un instituto. Fue sobreseído por la Justicia por ser inimputable, por su doble condición de menor de 16 años al momento del triple homicidio y por sus alteraciones psíquicas.

Su situación está en manos de la jueza de menores de Bahía Blanca, Alicia Ramallo, que tiene la tutela del joven.

El muchacho habría tenido en los últimos días un fuerte altercado con otro joven internado en el mismo instituto, según dejaron trascender fuentes judiciales.

Por su parte, Tomás Rébora, abogado de la madre de Pablo Saldías, el joven que recibió varios disparos en el abdomen y salvó casi de milagro su vida, dijo que “en nuestra acción no hay ánimo persecutorio ni de venganza”.

“Solamente queremos que el Estado, la provincia de Buenos Aires, por un lado y la Prefectura Naval, por el otro, se hagan responsables de los daños sufridos por mi representado”, añadió el letrado.