UNIVERSIDADES
Debate necesario

Vincular la educación con el compromiso social

Las instituciones terciarias deben formar a sus alumnos más allá del saber académico. El respeto por la diversidad cultural, el pluralismo ideológico y la conservación de la memoria también deben ser prioritarios.

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Salir del aula. La vida universitaria conlleva una capacidad innovadora que le permite a los futuros profesionales adecuarse a los desafíos de sus tiempos. | cedoc

En reiteradas oportunidades de nuestro accionar cotidiano en la vida universitaria se nos ha preguntado, desde las relaciones con los estudiantes, con los colegas, con el poder instituido en la gestión, con el mundo del trabajo, qué podemos aportar para plantear formas alternativas que permitan un acercamiento real y concreto de la relación entre la universidad y el desarrollo social.

Nos hemos colmado de preguntas, de interrogantes, enunciados desde las distintas aristas de la realidad y simplemente, con gran inquietud, hemos advertido que iniciado el siglo XXI necesitamos y debemos reinstalar esta cuestión desde nuestras formas de relación académica, atomizadas y fragmentadas en divisiones estancas. La transmisión, la recreación y la construcción de saberes en la universidad parecieran quedar amuradas en los espacios áulicos, como si la vida universitaria transcurriera en una dimensión paralela a crisis, conflictos, necesidades, expectativas, anhelos y perspectivas de cambio eficaz, en la vertebración de un desarrollo social profundamente humano y equitativo.

Acercamiento. Comprender la noción de compromisos social implica situarnos en una posición que nos posibilite referirnos al término desde una visión múltiple, abierta hacia interpretaciones de distinta profundidad para todos los actores de la vida universitaria.

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Entendemos por compromiso social una actitud, inmediata y directa, hacia las grandes problemáticas que atraviesan nuestras relaciones comunitarias, hacernos cargo del rol que nos compete como personas, en relación con una acción ciudadana, comprometida con las cuestiones fundamentales de la vida social, política, económica y cultural con la finalidad de colaborar en la solución de los problemas colectivos. Esta acción responsable con los diversos actores sociales se caracteriza por la superación del individualismo establecido en nuestras comunidades por la implantación del capitalismo neoliberal. La responsabilidad social implica, desde cada lugar específico, el diseño de estrategias, acciones y formas de trabajo tendientes a plantear en forma concreta soluciones de conjunto relativas a la justicia y la equidad para el funcionamiento armónico de la vida social en cada uno de sus aspectos fundamentales.

El compromiso social de la universidad se extiende sobre diversos campos vinculados a la reproducción y el perfeccionamiento del modelo social: la equidad, la ciencia, la eficiencia profesional, la cultura y la identidad, el pluralismo ideológico, la ética social, la conservación de la memoria histórica y de la universalidad del saber, y la creación de masa crítica.

Ambito de formación. La universidad, por su propia naturaleza (distinta, mutada en los diferentes tiempos desde el siglo XIII hasta la actualidad), ha sido creadora y divulgadora de instancias de crisis; los actores que dan significado a la vida universitaria han protagonizado diferentes formas de generar instancias de crisis, sobre todo en la generación de conocimientos y sus estilos de aplicación en la transformación del mundo material. Y a

su vez, esos mismos actores fueron impactados por crisis que en su desarrollo se adentraron en la vida universitaria: crisis políticas, económicas, financieras culturales y sociales. He aquí este doble mecanismo que caracteriza a la universidad y su compromiso con el conocimiento y la sociedad.

La educación universitaria ha representado históricamente en el pensamiento público de las distintas clases sociales una instancia de valor agregado fundamental, para mantener o cambiar en forma ascendente el posicionamiento de las personas en la estructura social mediante la obtención de sus credenciales académicas. Era y sigue siendo, con certeza, el ámbito de formación capaz de impulsar nuevas dinámicas de movilidad social, siempre tomando en consideración que hablamos de especificidades basadas en los rasgos culturales de cada sociedad, con su propia historicidad y evolución del concepto y las estructuras de la universidad.

Las titulaciones y credenciales académicas, asociadas al concepto de profesión, referencian en forma constante la relación entre universidad y sociedad, lo cual nos informa nuevamente acerca del entramado entre universidad y compromiso social. Dicho entramado se conforma por el pensamiento y la acción de diversos actores, que desde lo colectivo le asignan valor agregado a esta relación, ya que el compromiso social de la universidad es un estadio que define variados canales de participación en los que se disputan sus influencias y posicionamientos las políticas públicas del Estado, las corporaciones empresariales públicas y privadas, los movimientos socioculturales, la comunidad universitaria en su totalidad como agente de cambio, de resistencia o de conservación del statu quo.

La institución universitaria conlleva una capacidad innovadora que debería posibilitar adecuarse a la altura de los requerimientos de su tiempo y necesita una integración para que sus posibilidades de innovación sean consistentes y acordes a los cambios sociales. Para asimilar las formas dinámicas de la cultura, favorecer el desarrollo del conocimiento científico e incorporar las tecnologías adecuadas y necesarias, dentro de una perspectiva que articule valores inclusivos en el contexto social.


Proyectos educativos

El área de Desarrollo Social funciona en el marco de una política de responsabilidad social universitaria que posiciona a la facultad como un actor social singular en tanto referente de las relaciones sociales, comprometido con el desarrollo integral de la comunidad. La planificación y la ejecución de proyectos sociales se orienta por el objetivo de responder a las demandas tecnológicas y sociales de sectores poblacionales que se encuentran en situación de vulnerabilidad de derechos. Los proyectos que se desarrollan derivan de una articulación con organismos estatales, organizaciones de la sociedad civil, o bien responden a diagnósticos propios de la institución y asumen experiencias concretas de formación bajo la figura de voluntariado universitario.


*Director de la Maestría en Docencia Universitaria. Facultad Regional Buenos Aires, Universidad Tecnológica Nacional (UTN).