Corea del Norte comenzó a promover el consumo de carne de cisnes negros entre su población para paliar la escasez de alimentos en varias regiones, sobre todo en Pyongyang, que fue azotada por varios tifones en los últimos meses y que también sufre los estragos económicos de la pandemia.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, reconoció hace cinco meses que Pyongyang se enfrentaba a una escasez de alimentos, que agravaron las inundaciones causadas por los tifones de temporada. Los analistas locales dicen también que la pandemia de coronavirus contribuyó al problema cuando obligó a un cierre de fronteras al norte, con China, su más importante aliado comercial.
La salud de Kim Jong-un, cada vez más delgado, es un tabú en Corea del Norte
La información sobre el consumo de carne de cisnes negros trascendió luego de que fuera publicada por un diario oficial, Rodong Sinmun. El medio comenta que se construyó un espacio para cisnes negros en la granja de patos Kwangpho. Tiene varios galpones, una incubadora para aves recién nacidas, cuartos para realizar inspección sanitaria y sostiene que, además, cumple con “otras condiciones necesarias para la cría”.
El cisne negro es herbívoro y puede comer incluso plantas acuáticas.
La publicación oficial promueve también las cualidades de la carne de cisne negro, comentando su "buen sabor” y el "valor medicinal". Sostiene además que esta iniciativa "contribuirá a mejorar el "nivel de vida" de la población de Corea del Norte.
El cisne negro es una especie endémica de Australia que llegó a Europa a principios del 1600, pero su carne estuvo reservada como manjar exclusivo para la monarquía (hasta que conocieron el pavo).
Por otra parte, el medio NK News, que intenta cierta mirada independiente, también entrevistó a un investigador del Ministerio de Agricultura de Corea del Norte, quien aseguró que la carne de cisne negro contiene más proteínas que otras carnes y que además es de más fácil digestión. Sostuvo que desde el año pasado Pyongyang cría cisnes negros para el consumo humano, algo que varios países consideras inapropiado.
El tema no deja de ser controvertido porque en junio pasado, el presidente Kin Jong-un dijo públicamente que los agricultores no debían desperdiciar “ni un grano de arroz” para que se distribuya entre la población. De todos modos, no fue suficiente y criticó “el fracaso” de sus cosechas.
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