El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, va a aumentar el presupuesto de Petróleos Mexicanos a 464.600 millones de pesos (US$23.000 millones) el próximo año a fin de frenar la caída de la producción de petróleo e impulsar la producción doméstica de combustible.
López Obrador ha propuesto que Pemex invierta 211.000 millones de pesos en exploración y producción (US$10.400 millones) en 2019. Esta cifra supone un aumento del 26 por ciento frente al año pasado, cuando Pemex planeaba invertir 168.000 millones de pesos en la unidad, según la Secretaría de Hacienda. Se espera que la producción de petróleo se estabilice en 1,847 millones de barriles al día en 2019, y se estima que la mezcla de petróleo de México se cotice a US$55 el barril, según la secretaría.
El presupuesto refleja la ambición de López Obrador de acabar con la dependencia de México de las importaciones de combustible extranjero, que han aumentado debido a la creciente demanda y la falta de inversión en las refinerías. Para ello, el presidente planea construir una nueva refinería y actualizar las existentes, a la vez que aumenta la producción nacional de petróleo para alimentar las plantas. Pemex está importando petróleo ligero de Estados Unidos por primera vez para compensar el déficit de crudo en sus refinerías.
López Obrador dijo el sábado por la mañana en el puerto de Ciudad del Carmen, Campeche -donde ha prometido que se ubicará la nueva sede de Pemex- que era vergonzoso que México esté comprando petróleo ligero para sus refinerías. El presidente manifestó que iba rescatar a México y la industria de petróleo mexicana.
Reducir costos
López Obrador ha minimizado la preocupación de los inversores a que su Gobierno pueda agravar la situación fiscal de Pemex. El asediado perforador mexicano es el mayor prestatario corporativo de América Latina, con US$106.000 millones en deuda financiera.
Según un nuevo plan comercial de seis años, la producción de petróleo de Pemex aumentará un 52 por ciento a 2,624 millones de barriles por día para finales de 2024, frente a los 1,730 millones de barriles diarios actuales, dijo el nuevo máximo responsable de la compañía, Octavio Romero, en el evento en Campeche junto a López Obrador. La producción de Pemex ha disminuido todos los años desde 2004, casi reduciéndose a la mitad.
El plan se centrará en las zonas de aguas someras y en tierra en las cuencas del sureste, así como las áreas convencionales en las cuencas del norte, dijo Romero. Se adjudicarán contratos de perforación e infraestructura para hasta 20 campos para finales de enero. La inversión en exploración se incrementará en un 10 por ciento anual, agregó.
Campo Ixachi
El incremento en los fondos podría ayudar a Pemex a expandir su importante campo Ixachi en Veracruz, que se cree que tiene 1.300 millones de barriles de petróleo equivalente en reservas probadas, probables y posibles.
El plan para construir una refinería de US$8.000 millones en su estado natal de Tabasco y revitalizar las seis plantas existentes en México podría desviar recursos de Pemex de la perforación. El presidente también ha hecho un llamamiento para un paréntesis de nuevas subastas de petróleo durante al menos tres años. Esta semana, el regulador de petróleo de México, CNH, pospuso una licitación de Pemex y canceló las próximas dos rondas de subastas del país previstas para el 14 de febrero a fin de que el Gobierno pueda revisar los contratos de petróleo así como la política energética.