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BCE defiende tasas bajas pero monitorea efectos secundarios

Tres de los principales formuladores de política del Banco Central Europeo defendieron su estímulo monetario incluso si reconocen que es necesario monitorear de cerca los efectos secundarios negativos.

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Tres de los principales formuladores de política del Banco Central Europeo defendieron su estímulo monetario incluso si reconocen que es necesario monitorear de cerca los efectos secundarios negativos.

La presidenta, Christine Lagarde, le dijo al Parlamento Europeo en Estrasburgo que se da cuenta de que las tasas de interés bajo cero y las compras de bonos pueden perjudicar a los ahorradores y conducir a precios de activos sobrevalorados, como los bienes raíces, pero que los Gobiernos deberían hacer más para impulsar la economía.

“Mientras más tiempo se mantengan nuestras medidas acomodaticias, mayor será el riesgo de que los efectos secundarios se vuelvan más pronunciados”, dijo. “Cuando las tasas de interés son bajas, la política fiscal puede ser altamente efectiva: puede apoyar el impulso de crecimiento de la eurozona, lo que a su vez intensifica las presiones de precios y eventualmente conduce a tasas de interés más altas”.

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Isabel Schnabel, miembro de la junta directiva usó un discurso en Karlsruhe, ciudad alemana sonde se está librando una pelea legal por la compra de bonos del BCE, para argumentar en contra de narrativas falsas y una “agresión y engrosamiento del lenguaje”. En Berlín, Philip Lane, economista jefe, dijo que las tasas de interés negativas claramente funcionan y son necesarias para reactivar la inflación.

Los comentarios apuntan a una creciente preocupación entre formuladores de política sobre el fracaso en alcanzar su meta de inflación pese a años de estímulo no convencional. Deseosa de fortalecer la credibilidad del BCE, Lagarde ha iniciado una revisión estratégica para evaluar sus desafíos clave, en un proceso que también llevará a cabo eventos abiertos para escuchar al público en general.

Lane habló en el consejo económico para los gobernantes demócratas cristianos de Alemania, donde dio una justificación académica de las medidas no convencionales del BCE.

El discurso de Schnabel llega solo semanas antes de que el tribunal constitucional de Alemania dictamine sobre la legalidad de las compras de bonos del BCE que ahora administra. El BCE es frecuentemente vilipendiado por los medios y los políticos de la nación, y Schnabel hizo una refutación punto por punto de las quejas más comunes.

“Muchas de las narrativas sobre política monetaria no resisten un análisis cuidadoso”, dijo a una audiencia de expertos en derecho. “Esto es algo que me preocupa: las discusiones se llevan a cabo en una atmósfera de creciente agresión y un engrosamiento del lenguaje”.

A diferencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien se dirigió a los legisladores estadounidenses más temprano el martes, ninguno de los oradores mencionó el brote de coronavirus en sus discursos, aunque Schnabel dijo en una entrevista con el diario alemán Welt que el BCE está observando la sirtuación de cerca. Dijo que la incertidumbre es “enorme”.

La enfermedad se ha convertido en un riesgo económico urgente para los bancos centrales, ya que cierra fábricas e interrumpe las cadenas de suministro. Powell dijo que está monitoreando de cerca el potencial de propagación de China al resto del mundo, aunque no llegó a decir que había cambiado la perspectiva de referencia de la Fed para la economía estadounidense.

La economía de la eurozona está luchando después de un triste cuarto trimestre en el que las fábricas permanecieron atrapadas en medio de una recesión manufacturera. Si bien hay algunas señales de que lo peor de la desaceleración económica ha pasado, el coronavirus aumenta la posibilidad de más daños en un momento en que el BCE se está quedando sin munición monetaria.

Lagarde se centró en reiterar los llamamientos del BCE desde hace mucho tiempo al apoyo fiscal, reformas estructurales, una unión bancaria completa y una unión de los mercados de capitales.

Su revisión considerará principalmente si la institución debería cambiar su meta de inflación de “inferior, pero cercana a 2%”, pero también profundizará en temas no centrales como el cambio climático y la digitalización. Funcionarios de la eurozona, hablando bajo condición de anonimato, han descrito una agenda apresurada con personal que comienza a abarcar ocho líneas de trabajo incluso antes de obtener la aprobación formal del Consejo de Gobierno.

El cambio climático y la digitalización “no esperarán a que nos preparemos”, dijo Lagarde en Estrasburgo. “Nos afectarán, estemos listos o no”.