CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educación

Mayra Arena: "Los sectores más pobres ven a Milei parecido a lo que en su momento se veía de Perón"

La dirigente social participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de Perfil. El sorpresivo resultado de las PASO, el voto de los sectores populares al libertario y lo que sucedería con el peronismo si no entra al ballotage.

Mayra Arena, en la entrevista con Jorge Fontevecchia.
Mayra Arena, en la entrevista con Jorge Fontevecchia. | Sergio Piemonte

Mayra Arena participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de Perfil-USAL. En un análisis de las elecciones primarias, hizo un paralelismo entre el Juan Domingo Perón de 1945 y la irrupción de Javier Milei. "Los sectores más pobres ven a Milei parecido a lo en su momento se veía de Perón. Muchos piensan que Milei es la extrema derecha pero los sectores populares no lo ven así. Al contrario se lo ve como alguien que puede salvar", aseveró.

La analista política que se especializa en el análisis de los sectores populares también explicó las causas por las cuales Milei recibió un fuerte apoyo entre los más pobres, incluso cuando esos votantes saben que pueden perder algún beneficio. "Se sabe que se van a hacer muchos cambios y que algunos pueden ser incluso poco simpáticos, pero es tan malo lo que hay ahora y es tan cansador, que la gente quiere alguien distinto, aunque el precio a pagar sea caro'', señaló Arena en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Javier Milei triunfó sobre el candidato de Unión por la Patria porque conectó mejor con los sectores populares?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En esta elección, indiscutiblemente sí. Conectó con las necesidades de la política no resueltas y sin la promesa de solucionarlas, sino con la idea de eliminar eso que no ha sido resuelto. Me parece una campaña muy honesta, donde entran en juego algunas discusiones que son divertidas a nivel filosófico y a nivel ético, que es si ocultar es mentir en la política. Me parece que es interesante pensarlo, si me estás mintiendo, si simplemente no me estás diciendo toda la verdad. ¿Qué tan honesta fue la campaña de Milei?, creo que como mínimo no es mentirosa. Propone destrucciones que quizás son imposibles y acá es donde hay que reconocerle lo distinto y que fue más atractivo para un sector que sabemos que necesita política y que necesitaría un montón de parte de la política y del Estado, pero que están dispuestos a renunciar a eso, porque lo que le vienen ofreciendo es tan malo que no lo quieren. Así que me parece muy meritorio lo de Milei y reconocer que fue él solo, porque su estructura es muy precaria, sus elecciones a nivel provincial con otros candidatos habían sido de malas a muy malas, así que es Javier Milei, hay que reconocerlo es su personaje, su cara, su carácter, su autenticidad. Cuando mira a los ojos, cuando se emociona, cuando habla de sus perros, cuando habla de su hermana, no es un careta, es genuino. Y también es bastante buen mozo, salió muy photoshopeado en algunas fotografías. Quizás es el más fachero” de los candidatos, ahí entra el gusto personal, pero convengamos que todas esas cosas fueron sumando.

—¿A qué se refiere cuando dice que no es un careta?

A la autenticidad, cuando habla y cuando se enoja. La política tiene siempre la costumbre de ocultar sus sentimientos negativos, como la bronca, a actuarla o comunicarla desde una lugar tan solemne que al final no es genuina. Él se recalienta, se pone colorado, le sale la vena, o sea, es realmente muy pasional y si bien a algunos no nos agrada ver a alguien así porque somos más de la racionalidad, a otros les debe parecer muy importante tener esa autenticidad. Cuando lee sus discursos, son cosas que escribió él o su hermana que son casi como una unidad, esa relación mística es súper interesante también.

—¿Es posible pensar en que Milei es visto como un nuevo Perón en los sectores populares?

Los sectores más pobres ven a Milei parecido a lo en su momento se veía de Perón. Muchos piensan que Milei es la extrema derecha pero los sectores populares no lo ven así. Al contrario se lo ve como alguien que puede salvar. La política debería copiar muchas cosas que ha hecho bien a propósito y otras que le salieron sin querer.

—Dijo que los sectores más pobres ven similitudes entre Milei y Perón. ¿Por qué?

Es un contexto completamente distinto, porque Perón era secretario de Trabajo de un gobierno de derecha, un gobierno de facto, sin embargo las decisiones que tomaba eran muy populares. Se reunía con los sindicatos, con los obreros, cuando empieza a crecer su popularidad y le exigen la renuncia da un discurso inolvidable, sobre todo para los que somos peronistas, hablándole directamente al pueblo trabajador diciéndole que se siente uno más de ellos y que tomen cada silla o cada lugar en la Secretaría de Trabajo como un puesto de combate, una cosa muy épica. Cuando Milei habla de limpiar la casta política, te está diciendo que ahí hay gente que está en contra tuyo y que los va a volar, entonces no vas a tener más a ese estado amargándote la vida, es distinta la promesa, pero se lo ve de igual manera se lo ve como el que va a terminar con tu gran problema. En el caso de Perón era negociar con los empresarios poniendo la Secretaría de Trabajo a disposición para esa disputa y Milei lo que propone es limpiar todos esos ministerios para que se termine ese obstáculo que es el Estado, en su filosofía.

—¿Cree que esta disputa del voto de los sectores populares entre el peronismo y Milei tendrá continuidad?

Por ahora, lo que logró Milei puede durar, es correr al Estado y a la política social del centro y demostrar que en este momento la libertad es más atractiva que la justicia social, los derechos, un montón de ítems que el gobierno repite y que para algunos no significan nada, porque no llegó o porque llegó, pero en una forma que no es la deseada, entonces hay mucha frustración. Eso ocurre ahora, puede cambiar o no, creo que el que esté tan centralizada en él la cuestión, sin dudas deja una semilla de liberalismo innegable, hay mucha gente que le agarró el gusto a esas ideas, que se informa y que empieza a ir para ese lado. Debe haber mucha juventud anotándose en economía, se me ocurre. No tengo la data, pero estaría bueno que averigüemos. Ahora, el riesgo de ser tan personalistas es el propio carácter de Milei, que se ve a todas vistas que es volátil y que tiene picos, momentos donde está como hipomaníaco y acelerado y momentos donde está muy muy deprimido o incluso desaparece de los medios. Un personaje con tanta volatilidad e inestabilidad para Argentina que ya es naturalmente casi volátil e inestable, no sé si puede aportar lo que que necesitamos. El gran riesgo para Milei es su propio carácter.

—¿Por quién se inclinaría en el caso de que Milei y Patricia Bullrich llegaran a un ballotage?

Yo quiero que gane Massa. Voy a estar haciendo todas mis fuerzas porque creo que Juntos por el Cambio hizo una mala elección. Horacio Rodríguez Larreta que lo vimos en el escenario, realmente quebrado, esperaba un resultado distinto. Patricia Bullrich también creo que estaba segura de que pasaba los 20 puntos cómoda y no se acercó, entonces me parece que es el gran perdedor porque esperaban capitalizar más el hecho de ser oposición, que siempre es más fácil que ser oficialismo porque te cobran la realidad que venís ejecutando. Creo que hay que buscar polarizar con Javier Milei, algo que no esperábamos, pero que se puede hacer. Hacer más didáctica la economía como hace él, pero para convencer a los dudosos del centro. Porque muchos votantes de Larreta ven a Milei y a Bullrich muy parecidos, como los veo yo, es decir como un extremo invotable y muchos electores de Juan Schiaretti van a sentir que no pueden desperdiciar su voto. Creo que hay un centro enorme para disputar y no hay que permitir que nos conviertan en la izquierda de estas elecciones, no es un momento para hacer de izquierda. Si uno quiere ganar, está todo en el centro y hay que ir por ese centro más racional.

—¿Milei representa hoy a las clases populares?

Creo que hablar de representatividad por clase no va ahora, porque ya no hay clases sociales, hay un aplazamiento de la sociedad argentina porque no podemos decir que una chica de 25 años que vive con sus padres y que trabaja incluso registrada, pero gana 120 o 150.000 pesos, no se puede independizar, no puede alquilar, ni dejar la casa de sus padres. Entonces es más o menos pobre, pero tiene todo para ser de clase media, tiene un capital cultural y un universo de contratos sociales de la clase media. Al mismo tiempo un empleado de una aplicación de delivery puede llegar a sacar entre 400 y 500.000 pesos, pero si es un pibe que no tiene quien le salga de garante para mudarse, no pertenece a esa red de garantías. Entonces, ¿cuál de los dos es el pobre y cuál el de clase media? Me parece que la medición es muy caprichosa y por capital sociocultural, hoy es tramposa porque toda la clase media está con salarios deprimidos y muy por debajo de donde solían estar. Las clases viven una etapa de generalización, no podemos encasillar en ninguna clase social a nadie y creo que Javier Milei es un candidato atrapa todo, por supuesto con más éxitos de las clases medias y del laburante para abajo. Y lo logra porque es donde hay una insatisfacción generalizada, así que funciona sacando de todos los partidos un poquito, incluso de la izquierda y hasta votantes de Cristina, esto es interesantísimo.

—¿Cómo sería eso?

—Mucha gente que ha votado a Cristina, y que incluso la votaría el día de hoy si ella se presentara, votó a Milei.

Mayra Arena con estudiantes Posgrado Perfil USAL
Mayra Arena en el Ciclo de Entrevistas con estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil USAL

—¿Cree que los sectores populares que votaron a Milei son conscientes de que perderían algunos beneficios?

—Lo que pasa es que acá entran varias trampas. Si te digo que no, es como que subestimo intelectualmente a los pobres que lo votaron y si te digo que sí, no es del todo honesta la respuesta. Se sabe que se van a hacer muchos cambios y que algunos pueden ser incluso poco simpáticos, pero es tan malo lo que hay ahora y es tan cansador, que la gente quiere alguien distinto, aunque el precio a pagar sea caro. Eso habla de un gran hartazgo y de cómo incluso Sergio Massa para acercarse a polarizar la elección y a tener posibilidades de ser competitivo tiene que sí o sí hablar de nuevo ciclo. Incluso, aunque piense que se hicieron muchas cosas buenas, aunque él mismo piense que ya terminó y que ahora empieza la parte positiva: Hay que recalcar que no es una extensión de lo mismo sobre todo si él quiere tener chances electorales. Se termina un ciclo económico en la Argentina, esto lo determinan todos los que estudian la economía, quien sea que gobierne. Todos los parámetros están dados para que el país tenga un ciclo de crecimiento y lo que hay que manejar son los hilos de la macro, para ver si es con los empleados o con las pequeñas empresas o es deprimiéndolas. Todo eso para conquistarlo, no alcanza con hablar. Tenés que enamorar, resolver la gran frustración con la inseguridad, con la inflación, lo deprimidos que están los salarios, la pésima relación con el Estado, que es gigante, pero anda muy mal, entonces hay que empezar a acomodarlo. Las ventajas de ser gobierno es que tenés los fierros, la desventaja es que tenés que responder por lo que se viene haciendo y en este momento es un panorama complicado, más no imposible.

—¿Cuáles son las causas que explican que la sociedad argentina giró hacia la derecha?

—Hay que definir qué entendemos por derecha porque si es resolver la criminalidad o tener una respuesta ante la impunidad, anótame en la lista de gente de derecha. Lo mismo pasa con algunas cuestiones que hay terror de intentar resolver como es la altísima litigiosidad que tienen las pequeñas empresas sobre todo. Creo que es un centro donde hoy nada de la izquierda tradicional es atractivo. Si llamamos izquierda a mejorar los salarios, ese tipo de cuestiones, yo lo llamo peronismo. Me parece que es un momento para devolver lo básico y elemental que presta la política que es buen servicio en educación, en seguridad, ordenar el transporte público y el camino al trabajo. Ocuparse de las cosas que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos. No soy de las que creen que hay que dar una batalla cultural, convencer de que piensen exactamente como yo. Hay una gran cantidad del electorado que no quiere politizarse, que le den ninguna clase de nada, simplemente quieren que la vida sea más vivible. Hay que apuntar a ese electorado porque es en general y hoy más que nunca, el que define las elecciones.

—Volviendo el resultado de las PASO, ¿Quién cree que es él o la responsable del piso histórico del peronismo: Massa, Cristina o Alberto?

La falta de olfato político en los últimos años para resolver los problemas reales, los problemas cotidianos. Soy de la teoría de que muchos derechos civiles pueden ser importantísimos, pero si lo básico no está resuelto, no forman más que parte de un paquete, de un plus que no tiene sentido porque lo elemental no está. La vida cotidiana está muy complicada todos los días por lo que es la economía y la criminalidad, encima ni siquiera son tantas cuestiones. Por ahí los que tenemos hijos en el colegio también nos importa la educación. Se acentúa en la campaña el tema universitario cuando en realidad la primaria y la secundaria vienen teniendo problemas muy graves. Hay que ajustar todo eso, rehacer y tomar muchas decisiones y cuando sos gobierno tenés que comunicar las decisiones y empezar a encarar para ese lado. El gran fuerte de Sergio Massa es la debilidad de ser ministro de Economía y tener que responder por la economía. Es una apuesta jugadísima la que hizo y bueno, hay que enfrentarse de cara a eso.

—¿Cómo sigue el peronismo si se da el escenario de un balloage entre Javier Milei y Patricia Bullrich?

—No creo que se dé. Pero si el peronismo no llega al ballotage vamos a ver muchas jubilaciones, personas que se retiren, personas que agarren la posta y van a sobrar culpables, porque las culpas siempre son repartidas para todos lados. Pero lo veo muy improbable. Puedo estar atravesada por mi sesgo peronista, pero creo que Bullrich está muy cercana a Milei y para los votantes del centro que votaron a Larreta o a Schiaretti, o incluso los que no fueron a votar, pero que no quieren que explote todo, les resulta muy parecida. Entonces aparece la necesidad de tener que votar una opción más racional, más de centro, menos destructiva y menos explosiva. Y ahí yo creo que tiene que estar el fuerte de la campaña de Unión por la Patria, en una racionalidad de reconocer lo que está mal, prometer algo más interesante y empezar a ejecutarlo, porque son Gobierno.

—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y le damos la posibilidad de hacer un comentario final.

En este momento no hay que tenerle miedo a la libertad, sobre todo de los sectores más pobres, los que quieren salir adelante y que no tienen miedo a defenderse por sí mismos y por ahí te necesitan menos, o en lugares distintos, o mejor en algunos lugares y en otros que crees que sí que estás convencido de que sí, no tanto. Me parece que la gran virtud de Perón, uno de los grandes legados que nos dejó, es que él dijo que él siempre veía para dónde iba el pueblo y él se ponía adelante, hay que escuchar al pueblo hoy, el pueblo pide un poco más de libertad, hay que dejar de agobiarlos donde se los esté agobiando y mejorarle genuinamente la vida en cada lugar que podamos.

Por Julio César Morla, Mónica Arroyo, Sol Lacman
Estudiantes de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil USAL