COLUMNISTAS
Conducta aceptada

Corrupción vs. competencia

default
default | CEDOC

La corrupción no es solo un fenómeno latinoamericano, ha sido siempre parte del entramado de las sociedades asiáticas a pesar del impresionante desarrollo económico de las últimas décadas.
La reciente condena de la presidenta Park Geun-hye a 24 años de prisión por corrupción y abuso de poder expuso la intricada red de connivencia entre los conglomerados económicos y el poder político en Corea; los cargos arrastraron al heredero de Samsung Lee Jay Yong, condenado a cinco años. Geun-hye es hija del presidente Park, que gobernó con mano dura durante 18 años, en los cuales surgieron bajo la protección del poder político los chembols. El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ha sido acusado de desviar recursos del Fondo de Desarrollo Malayo para su uso personal y compras de propiedades en los Estados Unidos.
La situación en China ha sido denunciada por el mismo Xi Jinping, quien afirmó que la corrupción constituye la principal amenaza al liderazgo del Partido Comunista, que representa la base del poder político. La falta de transparencia en las decisiones, la organización jerárquica de la sociedad y los temores para desafiar a la burocracia son un aliciente para el intercambio de favores, principalmente en una sociedad donde se confunden los intereses públicos con los privados. Tailandia, Indonesia, Filipinas, Myanmar y Camboya son parte de los mismos esquemas de corrupción entre las elites, los grupos económicos y las fuerzas armadas que continúan teniendo una  influencia determinante en las decisiones políticas.
La corrupción pareciera una conducta aceptada a pesar de las críticas formuladas por grupos interesados en combatir el esquema de enriquecimiento de los líderes políticos. Las acusaciones o las condenas han generado cambios que se asemejan más a una puerta giratoria que a cambios reales en el comportamiento del esquema de distribución del poder. Los primeros ministros de Japón continuaron ejerciendo su influencia para la elección de los candidatos y, salvo pequeños paréntesis, el PLD continuó gozando de las preferencias de los votantes. La hija del general Park pudo ganar las elecciones con el 51,6% de los votos en 2012 a pesar del descrédito de su padre y los negocios turbios realizados durante casi dos décadas en el poder.
La estabilidad y la capacidad para ejercer las funciones constituyen valores apreciados que no pueden desdeñarse en favor de conductas honestas. Las sociedades asiáticas, que todavía tienen un fuerte respeto por las jerarquías por su pasado agrícola, han asumido la corrupción como parte de su funcionamiento y priorizan la competencia en el ejercicio del poder como compensación. En el mismo sentido, las estructuras del poder económico prefieren también ser parte del juego para resguardar sus propios intereses; los cambios son siempre un factor de zozobra e incertidumbre en el ordenamiento del poder económico. Cuando el combate a la corrupción va acompañado por la incompetencia en el manejo público, caben pocas dudas de los resultados finales.
Las estructuras políticas siguen los mismos principios. Los partidos se convierten, con los años, en una burocracia que cierra filas en su propia defensa para conservar el poder, encontrando la justificación en supuestos objetivos altruistas de largo plazo. La honestidad quizá sea un valor reservado a la Iglesia aunque, después de las últimas noticias, ya ni en ella se pueda confiar.

  *Embajador.