Aunque hace tres semanas que asumió como director de Seguridad en Eventos Deportivos de la Nación, Franco Berlín entró en la escena pública esta semana, a partir de una entrevista que le hizo el periodista Gustavo Grabia en el portal Infobae. Llamó la atención su edad –25 años–, pero sobre todo su nula experiencia en un ámbito tan espinoso como el abordaje de la violencia en estadios: “Patricia vio mi entusiasmo y lo convencido que estaba y pasé de ser chofer a trabajar junto a otras cuatro personas en toda el área de Logística y Seguridad de su campaña. Y cuando perdió las elecciones, pero le ofrecieron el ministerio, me convocó”, contó sobre cómo arribó al área. “Patricia” es Patricia Bullrich, la excandidata presidencial reconvertida, otra vez, en ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei.
Más allá de las declaraciones y del CV del funcionario, objetado por la enorme mayoría de la dirigencia futbolera y no futbolera (es estudiante de abogacía en la UCES y reconoció que no va a la cancha), en los clubes empiezan a hacer lecturas sobre los reales motivos de su designación. “¿No será parte de una estrategia para embarrar la cancha y avanzar en el plan privatizador de Milei y el macrismo?”, se preguntaban dos dirigentes esta semana, en una charla con un exfuncionario de Seguridad.
La idea es eso: solo una idea, que puede tener argumentos más o menos sólidos de acuerdo al dirigente o al club. En el Ascenso, el miedo crece. En la Primera, mantienen tabiques que serán difíciles de romper. Lo cierto es que el temor al avance de las SAD hace que a veces se vean fantasmas en todos lados. “El plan privatizador no creo que venga por la seguridad. Creo que esta designación va por otro lado: minimizar esta cuestión. Si vos ponés una persona con poca experiencia estás dando ese mensaje”, le asegura a PERFIL un directivo que ocupó durante un tiempo una agencia provincial de prevención de violencia en estadios deportivos.
Todas las personas que analizan a Berlín coinciden en algo: su verdadera función será más administrativa que operativa. La dirección de Seguridad en Eventos Deportivos de la Nación solo tiene la responsabilidad de administrar y ejecutar el programa Tribuna Segura, que se realiza en el primer cordón de acceso y consiste en pedir el DNI para verificar si las personas tienen restricciones de acceso y pedidos de captura. La otra tarea que tiene a su cargo la dirección es “el cumplimiento del plan anual de inspecciones a los estadios”, algo que podría convertirse en todo un dolor de cabeza para muchas instituciones: no son pocos los dirigentes que recuerdan las clausuras y multas de la fiscalía porteña a cargo de Celsa Ramírez a Boca en el año electoral que acaba de terminar. “Va a tener relación con los jefes de seguridad de cada provincia. Y ahí puede bajar una línea. Un poco preocupa: porque el chico no conoce la lógica ni las luchas de poder internas en los clubes y en las barras”, adelanta otro directivo del área. Todos saben que los operativos no dependen de Berlín, sino de las policías y agencias de seguridad provinciales. “Va a ser una figura decorativa, salvo cuando juega la Selección, porque la seguridad ahí la hace la Policía Federal”, sueltan. Una responsabilidad demasiado grande para alguien sin experiencia.