Inesperada. Histórica. Irrepetible. Finalmente estos adjetivos calificativos que magnifican un hecho deportivo único quedarán atrás y la verdad estará en la cancha: Boca y River se verán mañana las caras en la primera superfinal de la Copa Libertadores, en la Bombonera, solo con público local y seguramente con lluvia, un agregado épico más.
A diferencia del resto de las series, este encuentro definitivo no tendrá al gol de visitante como criterio de desempate, por lo que en caso de igualar en puntos y goles, el campeón se decidirá el próximo sábado 24 en el Monumental en suplementario o penales.
La definición protagonizada por los dos equipos más importantes será además la última de la vieja modalidad, ya que a partir de la próxima Libertadores habrá una sola final que se jugará en Santiago de Chile.
Boca, sin cambios. En los últimos compromisos coperos, Guillermo Barros Schelotto armó un mediocampo más combativo y con menos vuelo, lo que le dio buenos resultados. El tridente Wilmar Barrios, Nahitan Nández y Pablo Pérez parece inamovible.
En la defensa no habrá sorpresas -seguirá la misma del resto de la Copa-, con Leonardo Jara y Lucas Olaza en los laterales y la dupla afirmada de centrales, conformada por Carlos Izquierdoz y Lisandro Magallán. El arco continuará en manos de Agustín Rossi, con el boliviano Carlos Lampe como relevo, ya que Guillermo decidió no concentrar a Esteban Andrada, pese a que tiene el alta médica tras su fractura en el maxilar.
En cuanto a la ofensiva, Barros Schelotto volvería a apostar por dos puntas rápidos por fuera -Pavón y el colombiano Sebastián Villa- y un centrodelantero de lucha y que viene derecho, Ramón Wanchope Ábila, reservando para el banco de suplentes el poder de fuego de Darío Benedetto, clave con sus goles en los cruces con los brasileños. El que también deberá esperar su lugar en el banco de suplentes es Mauro Zárate, el fichaje estrella de la temporada para el Xeneize.
River, sin Gallardo ni Ponzio. En el conjunto Millonario, el entrenador mirará el partido en la concentración de River junto al mánager Enzo Francéscoli por la suspensión de la Conmebol. En cuanto al equipo, el entrenador riverplatense mantiene a Franco Armani en el arco y repite la línea de fondo: Gonzalo Montiel, Jonatan Maidana, Javier Pinola y Milton Casco.
El experimentado Enzo Pérez podría ocupar el lugar del capitán Leonardo Ponzio, quien sufrió una molestia en el isquiotibial de la pierna derecha jugando ante Gremio y hoy no podrá ser de la partida. Junto al mediocampista mundialista seguiría Ignacio Fernández, pese a que bajó su nivel en el último tiempo, acompañado por el juvenil Exequiel Palacios -uno de los puntos altos en la reciente victoria de River sobre Boca por la Superliga-, con el Pity Martínez unos pasos más adelante, como engache.
Para el ataque tampoco habría sorpresas y estarán Pratto, buscando desgastar a los defensores rivales con su potencia, con el colombiano Borré, mientras que Ignacio Scocco será suplente.
Como eludir el shabat. Un grupo de 35 hinchas de Boca, judíos ortodoxos, decidió viajar a España para poder ver desde allí la final con River sin transgredir las normas del Shabat, el día sagrado de descanso e introspección que celebran los judíos desde que se pone el sol el viernes hasta que sale la primera estrella el sábado. En esas 24 horas no se pueden utilizar artefactos eléctricos, conducir o viajar en vehículos ni asistir a eventos o espectáculos, entre algunas de sus principales observancias.
Por eso, los judíos ortodoxos no podrán ver ni asistir a ninguno de los partidos de la final de la Copa Libertadores: hoy se jugará la ida en la Bombonera y el sábado 24 de noviembre será la vuelta en el Monumental. Los dos encuentros arrancarán en medio de la festividad del Shabat.
Con la diferencia horaria, en Barcelona el Boca-River arranca a las 21, cuando el Shabat ya culminó porque ya salió la primera estrella. Así podrán mirar la final sin transgredir las normas.
Banderazo. El plantel de River se instaló en Cardales, como antes de cada partido importante, y hoy irá desde la concentración al estadio Monumental donde almorzará y luego participará del banderazo que harán los hinchas. Los simpatizantes de River harán el banderazo alrededor de las 12 del mediodía en el Puente Labruna para despedir a los jugadores antes de que viajen hacia la Bombonera para disputar la primera final ante Boca. Después, los futbolistas y el cuerpo técnico partirán al estadio de Boca para disputar el trascendental encuentro a partir de las 17. El que no participará de la ceremonia es el entrenador Marcelo Gallardo, que como está suspendido por la Conmebol se quedará en el Monumental y mirará el partido junto con Enzo Francescoli.
La version de los presidentes. El presidente de Boca, Daniel Angelici, aseguró ayer que el equipo de La Ribera tendrá “un jugador más” en la primera final ante River por la Copa Libertadores en referencia al apoyo de su hinchada La 12, mientras que Rodolfo D´Onofrio reconoció que River estará “más solo que nunca”.
“A partir de que empieza el partido son los jugadores y los técnicos los que están dentro de la cancha. La pequeña ventaja que tenemos que es jugar con uno más por toda la hinchada que alienta”, manifestó Angelici, que pidió junto al resto de los presentes “disfrutar” este cruce.
“Este partido lo vivimos con una intensidad extra, pero organizar el primer partido te mantiene ocupado, con mucha toma de decisiones porque querés que todo sea una fiesta”, aseveró el mandamás de Boca
En una conferencia de prensa de la que participaron además el presidente de Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, y el de AFA, Claudio Tapia, el presidente de River, D´Onofrio, señaló: “En la Bombonera vamos a estar más solos que nunca, pero desde que salgamos tendremos más de un jugador extra, no les quepa la menor duda”.