Después de haberse sacado una foto juntos hace una semana, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvieron un nuevo cortocircuito, en este caso por la falta de acuerdo de ese distrito del país con sus acreedores, en una negociación que se arrastra desde hace más de un año.
En Gobierno admitieron que el gobernador Kicillof y el ministro Guzmán mantienen marcadas diferencias en cuanto a lo que debe ser una negociación con los acreedores externos. Según admiten las mismas fuentes, esa es una de las diferencias sustanciales que evidencian por estas horas: la nueva postergación que hizo la Provincia sobre las conversaciones con los acreedores para llegar a un acuerdo por el endeudamiento de 7.100 millones de dólares que acumula Buenos Aires.
De hecho, durante esta mañana, el Grupo Ad Hoc de Bonistas de Buenos Aires aseguró sentirse “decepcionado” con el Gobierno provincial, al que reclamó “actuar de buena fe”.
Las dudas del equipo de Guzmán respecto de la estrategia de Kicillof
Dentro del gabinete económico aseguran que Martín Guzmán considera que la estrategia de Axel Kicillof en relación con la deuda provincial complica a la Nación en sus posibilidades de mejorar las condiciones de acceso al crédito y que provoca un mayor grado de incertidumbre sobre la Argentina.
Guzmán y Kicillof: rehenes del FMI y el Club de París
En el equipo económico hay preocupación sobre si esa “negociación eterna” de la Provincia no se transformará en lo que fue finalmente el escándalo de los fondos buitres durante la gestión de Kicillof, cuando estaba al frente del Ministerio de Economía, que finalmente se terminó de cerrar en los primeros meses del gobierno anterior. “El modus operandi de las negociaciones es el mismo. Llevar todo a un límite donde no hay solución posible”, destacó a modo de queja de una de las fuentes consultadas.
De todas maneras, y esto en Gobierno lo resaltaron con mayúsculas, la orden general que se emitió desde el caso Federico Basualdo, el subsecretario de Energía que está en su cargo a pesar del pedido de renuncia que le formuló Guzmán, es que “se debe bajar la exposición de peleas internas y evitar justamente el escándalo”.
Kicillof y Guzmán, enfrentados desde el inicio de la gestión
En realidad, el diálogo entre Axel Kicillof y Martín Guzmán nunca tuvo fluidez y siempre hubo un considerable recelo entre el gobernador y el ministro.
Desde el Gobierno se trató de “maquillar” esas claras diferencias y por eso se difundió hace pocos días una foto de una reunión de Kicillof y Guzmán, como demostrando coordinación.
Pero las diferencias van más allá del tema de la deuda, ya que en el gabinete económico reconocen que la avanzada de Kicillof sobre la política económica es cada vez más evidente. En el propio gobierno admiten que en lo que hace a la política económica Kicillof tiene en la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, una persona de absoluta confianza como para marcar una presencia cada vez más sostenida en lo que hace a determinados aspectos de la política económica.
Guzmán sigue en la mira: un almuerzo del FdT en donde se marcaron diferencias con el ministro
Entre sus colaboradores más cercanos, el gobernador se ha mostrado crítico respecto de la gestión de Guzmán, especialmente a partir de las negociaciones con el FMI, al considerar que empezó a tener una visión económica basada “en el balance de las cuentas públicas”.
El punto central entre el gobernador y el ministro es que Kicillof cuenta con todo el respaldo del sector más duro liderado por la vicepresidenta Cristina Fernández, mientras que a Guzmán lo respalda el presidente Alberto Fernández.
“(Guzmán) está más preocupado por cerrar con el FMI, con el Club de París y las relaciones externas que por atender las cuestiones más domésticas y del día a día”, resaltó un funcionario de la Casa Rosada.
Precisamente, cuando comenzó la avanzada contra Guzmán de una parte del oficialismo lo que se le achacó al ministro en ese momento era su “limitado compromiso militante” con los objetivos del Gobierno.
El “kicillofismo dogmático” se impone a Guzmán
Respaldo exterior para Martín Guzmán
De todas formas, dentro de la Casa Rosada admiten que en este momento necesitan a Guzmán, ya que es prácticamente el único que en el oficialismo puede llevar adelante las conversaciones con los organismos multilaterales.
Guzmán está apadrinado por Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, y cuenta con un indudable respaldo de la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. “Por eso va a seguir siendo ministro de Economía, pero está claro que el margen de maniobra política que tiene está cada vez más limitado”, resaltaron las mismas fuentes.
De hecho, en lo concreto, Guzmán se está encargando esencialmente del manejo fiscal y de las negociaciones con los organismos multilaterales, sin tener mayor injerencia en otras áreas.
Precisamente, en uno de los aspectos más cruciales de la economía argentina como es el manejo de la inflación y la política de precios, Guzmán no tiene intervención y todo lo concentra Paula Español, quien hasta hace un tiempo atrás sonaba como posible reemplazo del ministro de Economía, al igual que Augusto Costa, ministro de la Producción bonaerense y otra persona de gran confianza del gobernador.
CP