Son los dueños del capital, y en parte, con estrategias de crecimiento atadas a la llegada de dólares del exterior, pueden definir qué suerte tendrá un gobierno de Daniel Scioli o Mauricio Macri, a quienes sin embargo ven como gobernantes que harán de nuestro país un destino atractivo para la inversión financiera.
Javier Montero, socio y portfolio manager de Moneda Asset Management, el fondo con sede en Chile que administra US$ 4.500 millones en activos, se definió optimista en el corto y el mediano plazo, y agregó: “El ciclo económico de la Argentina está terminando con la lengua afuera.
Durante muchos años, gran parte de los factores que estuvieron a favor del país hoy están en contra, como el precio de las commodities, un superávit comercial y Brasil”. Montero y un grupo de grandes inversores –algunos que CFK llamaría fondos buitre– compartieron la Cumbre Financiera Argentina, llevada a cabo el pasado jueves en el Hotel Sheraton de Retiro.
Según aclaró el representante del fondo chileno, “el cambio político es lo único por lo que soy optimista, los asesores de los tres candidatos tienen equipos respetados afuera, mi preocupación es si los políticos van a hacer caso a sus recomendaciones”.
Pablo Federico, portfolio manager de mercados emergentes de BlackRock –que administra fondos por US$ 4.700 millones–, consideró: “Las cuentas externas y las necesidades del sector energético van a hacer que se hagan las cosas más prolijas. Creemos que hay voluntad de hacerlo”.
Fernando Jasnis, portfolio manager de Explorador Capital Management con sede en California y San Pablo, que administra fondos por US$ 218 millones, fue claro con sus expectativas: “Creemos que es necesario que la corrección de los desequilibrios se haga en los primeros meses de la próxima gestión”, pero prefirió no hablar de los próximos 4 o 5 años. Para Clarisa Estol, directora de Axis Inversiones, una sociedad gerente de Fondos Comunes de Inversión, “los números de la Argentina no son tan malos”. “Se trata más de un tema político”, señaló.