ECONOMIA
IGUAL QUE EN LOS ÚLTIMOS CUATRO AÑOS

Los alimentos suben por encima del índice general de precios

Aumentaron más de 200 puntos respecto de la inflación general en los últimos cuatro años, pero siguen subiendo. Economistas explicaron a PERFIL a qué se debe y qué puede pasar en los próximos meses después del salto por la desregulación. El valor del dólar, la actualización de salarios y la apertura de la economía serán claves: el desafío principal es evitar una espiralización.

precios alimentos
La decisión busca hacer los precios más competitivos en beneficio de las familias argentinas. | Pablo Cuarterolo

El reacomodamiento de precios se dio primero y mayormente en alimentos y bebidas, que en diciembre subieron por encima de la inflación. El rubro, que ya venía por encima del índice general, escaló 29,7% ese mes. Durante 2023, el IPC interanual fue del 251,3%, cuarenta puntos más que el promedio general. 

El miércoles 14 se conocerán los datos oficiales de enero. Las consultoras privadas estiman una cifra del 20%, mientras que el Gobierno porteño informó que en CABA los precios treparon 21,7%. Para alimentos y bebidas no alcohólicas el dato fue de 25,4%.

Economistas explicaron a PERFIL por qué los alimentos siguieron subiendo a pesar de no haber perdido contra la inflación durante el año pasado y de mantenerse incluso por encima los últimos años, y cómo puede impactar la recomposición de precios.

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“Para ver los rubros y saber si tienen que recomponerse o no, lo que se debería ver es si en estos últimos cuatro o cinco años subieron más o menos que la inflación. Si subieron menos que la inflación tienen que recomponerse, si subieron más deberían subir los otros y estos no tanto”, comentó Christian Buteler. “Alimentos, que no necesitaban recomponerse, subieron más que la inflación. Otros sí tenían que recomponerse: el tipo de cambio, los combustibles, el transporte, y las tarifas. El problema es que, si se intenta recomponer eso y suben también los otros precios, en realidad no estoy ordenando los precios relativos, estoy subiendo todos”.

Inflación

El economista aseguró que “los Precios Cuidados eran una ínfima parte de lo que son los alimentos y bebidas. Algunos sí estaban atrasados, pero eso no me va a modificar o hacer que todo el rubro de alimentos y bebidas suba más que la inflación”.

Según la consultora Econométrica, la inflación de diciembre de 2019 a diciembre de 2023 fue de 1147%, mientras el rubro de alimentos subió muy por encima de este número: 1363%.

Si se toman en cuenta los números del Indec, algunos alimentos básicos incrementaron mucho más sus precios: arroz (2622%); carne picada común (1661%); aceite (1400%); pollo (1519%) y huevos (1684%).

“Hay que mirar caso por caso. En general los alimentos han aumentado más que la inflación en los últimos años. Uno podría pensar que ahí hay una aceleración. Pero para definir si está bien o mal, si es excesiva respecto de sus costos, hay que analizar la estructura de costos, porque muchos de ellos tienen o costos en dólares o la oportunidad de ser exportados”, afirmó Martín Kalos.

La inflación de los últimos cuatro años fue del 1.147%. En alimentos, el 1363%

El economista agregó que “efectivamente había precios atrasados, básicamente los que estaban regulados o negociados desde el Gobierno. Eso incluye las tarifas de servicios públicos, tema que todavía está pendiente de ver cuánto y cómo y cuándo se aumenta, hasta temas como la medicina prepaga o la nafta, en los cuales ya vimos que la liberación llevó a que subieran rápidamente”. Kalos agregó que “el otro precio atrasado era el dólar oficial, que en esa actualización excesiva del 120% que hizo Caputo a comienzos de diciembre generó también efectos de segunda ronda sobre un montón de otros productos vinculados a insumos importados o de productos exportables”.

Sobre el efecto de la liberación de precios en distintos rubros, el panorama es incierto. “En los próximos meses dependerá de los aumentos de tarifas, los aumentos salariales que tendrán que venir también para compensar la pérdida de poder adquisitivo del salario, que es otro precio muy atrasado”, concluyó.

“En la previa de un programa para la estabilización es clave que los precios adelantados no sigan acelerando”, explicó Amilcar Collante.

“El Gobierno se juega todo a que el ancla fiscal (que implica que no se emite hoy y tampoco habrá emisión futura de pesos) logre evitar mayores remarcaciones. Otra parte está dada por la recesión que disciplina en el corto plazo a los precios”, sintetizó el economista.

Aldo Abram aseguró que “lo que está pasando con el reacomodamiento de precios es que aquellos que producen un bien o un servicio cobren lo que corresponde, lo que verdaderamente vale su bien o servicio”.

Agregó que “probablemente la última corrección que queda por hacer sea la unificación cambiaria. Una vez que se unifique el tipo de cambio, el dólar va a valer lo que verdaderamente vale. Esa corrección va a implicar que los exportadores van a cobrar un poco más y van a tener una recomposición de los precios de lo que reciben de afuera y por lo tanto se van a recomponer los precios de lo que cobran adentro”.

Según afirmó el economista Marcelo Elizondo, el reacomodamiento de precios relativos no es un proceso ni fácil ni rápido. “Hay algunos que claramente están atrasados porque dependen de regulaciones, como los servicios públicos, o los de empresas privadas que prestan servicios con precios regulados por el Gobierno, como las obras sociales. Eso todavía no se ajustó”.

La evolución en los próximos meses dependerá de dos factores: “lo que puede impulsar para arriba es la fuerza de la liberación de la represión y el incremento de costos que tienen las empresas, tipo de cambio e insumos que compran. Para abajo, lo que presiona es que la demanda tiene que convalidar, y que en recesión y con un ajuste, pone un techo”.

Lo primero será “un proceso de reacomodamiento de precios relativos por liberación, ajuste, y acomodamiento de costos”, pero después “hay otra instancia que va a influir, que es cuando la economía se abre. Todavía los importadores no han podido salir a comprar y tienen deudas anteriores que recién ahora están empezando a cancelar. Además, mientras haya recesión se importa menos, por eso también será un condicionante que probablemente influya en la inflación hasta encontrar un punto de equilibrio”, concluyó.