El anuncio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INdEC) sobre el índice de precios al consumidor de marzo que anunciará el organismo esta tarde genera mucha desconfianza. Es que, si la cifra alcanza el 1,5% que trascendió, la diferencia con el aumento de precios que se dio como consecuencia del lock aut agrario quedaría desvanecida.
Al margen de las fuertes críticas que realizó el FMI, que se anticipó a la visita del ministro de Economía Martín Lousteau y advirtió mediante un documento sobre la falta de credibilidad que tiene la medición, los funcionarios kirchneristas insisten en defender un sistema que ya lleva más de un año bajo la lupa y que desde el mismo IndEC es profundamente cuestionado.
Esta vez, las responsabilidades se le adjudicaron al sector agropecuario. Si bien el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, evitó ayer adelantar la cifra, apuntó al campo al advertir que, a raíz del paro, "hubo un problema de abastecimiento serio y alguno puede ser que haya aprovechado esa circunstancia para subir precios". Con lock out y todo, la cifra crecería tan sólo un uno por ciento en respecto al mes de febrero, responsabilidad que será endilgada al desabastecimiento y la suba de precios consecuente.
Críticas del FMI. "En la Argentina, pese a que la inflación muestra un descenso, la mayoría de los analistas del sector privado consideran que la inflación actual es más alta", aseguraron desde FMI. El organismo aprovechó además para cuestionar el régimen de retenciones móviles y el aumento de impuestos, según consignó El Cronista Comercial.
Analistas paralelos. Según las estimaciones privadas, la inflación real rondará este mes entre el 3,5% y el 4%, muy lejos del 1,5% oficial que pretende sostener el Gobierno. Además de los alimentos, en marzo se produjeron aumentos en el rubro textil, en educación, en taxis y combustibles.