"Nunca pensé que iba a tener que pedirle perdón por este bochorno que se ha cometido", con estas palabras, Cristina Kirchner salió a “celebrar” un empate técnico en la elección bonaerense después de que el oficialismo instalara muy temprano un clima de triunfalismo innecesario.
"Esto que hemos vivido hoy, montar un show para que salga en el prime time de la televisión, como si se tratara de un timbreo, es por sobre todas las cosas una ofensa a la democracia y a todos los ciudadanos que fueron a depositar su voto que se merecían saber cuál era el resultado en la provincia de Buenos Aires", sentenció.
"El resultado es que hemos ganado las elecciones, Unidad Ciudadana. Pero quiero decirles algo, estas elecciones no las ganó ni Cristina ni ninguno de los candidatos de Unidad Ciudadana, las ganaron todos estos hombres que nos están acompañando", sostuvo la expresidenta y candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana desde el escenario.
El resultado final no es el que esperaba el kirchnerismo. Pero la mesa nacional del Gobierno salió a celebrar a las nueve de la noche, cuando la diferencia era de ocho puntos y faltaban cargar las mesas de la tercera sección electoral, donde la diferencia a favor de CFK era previsiblemente amplia. Es, en definitiva, una victoria “psicológica” de la ex presidenta. Pero no tanto real.
En el entorno de Cristina Kirchner festejaban a medias. Un dirigente cercano le dijo a PERFIL que el escenario no tendrá grandes modificaciones de cara a octubre, aún con un eventual triunfo ajustado de Bullrich, pero reconoció dos cosas: la gente usó el voto útil en la interna, no esperó a la general. Y la estructura estatal esta vez jugó a favor de Cambiemos.
Otro dato es que la performance del peronismo en general fue pobre en el resto del país. El estreno de un espacio sin el sello del PJ en tierra bonaerense no fue negativo para Unidad Ciudadana. El objetivo de mantener la vigencia, para el kirchnerismo, está alcanzado. Sin embargo, de ahí a que Cristina pueda tener influencia en el armado de una oposición fuerte hay una distancia fenomenal. Primero porque el rechazo a la figura de la ex presidenta es muy fuerte y segundo porque más adelante comenzarán a pugnar por el poder los gobernadores peronistas.
En el búnker de Arsenal reflotaron la bronca contra Florencio Randazzo, que obtuvo casi seis puntos que estaban más cerca de Cristina Kirchner que del gobierno nacional. Es contrafáctico. Otro dato es que la elección de Sergio Massa, cuyo electorado en mayor porcentaje podía ir a Cambiemos en octubre, fue muy floja. Esa tajada, dicen en el kirchnerismo, se la llevó el oficialismo en esta interna.
La redacción de Perfil usó tecnología 4G de Personal para la cobertura de las PASO 2017