ESPECTACULOS
BEBEL GILBERTO

Con la melodía anclada en Nueva York

La hija de João Gilberto y sobrina de Chico Buarque asegura que lo que más lamenta de haberse mudado de Brasil a Estados Unidos son las inclemencias del clima. La crisis de la mediana edad.

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Visitante. La artista se presentará el miércoles en el Teatro Opera, con Masu Shimizu en guitarra acústica y Magrus Borges en percusión. | Harper Smith
Bebel Gilberto sí que puede decir que tiene toda una vida relacionada con la música: hija de la cantante Miucha y de la máxima figura de la bossa nova, João Gilberto, esta mujer que cumplió 50 años en mayo y también tiene un tío muy famoso, Chico Buarque, dio su primer gran paso artístico cuando era una niñita: después de una pequeña participación en un disco de su mamá a los 7, subió nada menos que al intimidante escenario del Carnegie Hall cuando tenía apenas 9 para cantar acompañada por el gran saxofonista Stan Getz. Hoy vive en Nueva York y es una artista consagrada internacionalmente gracias al trabajo que desarrolló sobre todo a partir de 2000, el año de edición de Tanto tempo, un álbum de muy buenas ventas y celebrado por la prensa especializada. Su último disco, Tudo, apareció en 2014, producido por el paulista Mario Caldato Jr. (también socio de los Beastie Boys y de Björk), pero Bebel parece no tener apuro con la producción del próximo. “Estoy atravesando la famosa crisis de la mediana edad, así que voy avanzando con tranquilidad –dice ella–. Estoy pensando mucho sobre mi propia vida y tratando de explorar otras cosas: actuar, dibujar, pintar, escribir... Me encantaría sentir más confianza en todos esos campos sin descuidar la carrera que puse en marcha hace mucho y también intentando ser feliz”. Justamente para mantenerse en actividad es que llega a la Argentina, donde se presentará el 9 de noviembre en el Teatro Opera, con Masu Shimizu en guitarra acústica y Magrus Borges en percusión. “Es un montaje muy íntimo, despojado y acústico, de canciones de diferentes épocas en mi trayectoria. Viejos temas con nueva cara, digamos”. 

Instalada desde hace ya 25 años en Nueva York, Bebel asegura que adora esa ciudad pero que no termina de acostumbrarse al clima: “Pasé la mitad de mi vida ahí, obviamente me gusta. Pero debo confesar que odio su clima. No tanto por el frío, que es intenso pero tolerable, al menos para mí, sino por el viento. No lo soporto demasiado”, explica esta cantante que trabajó con figuras de gran relieve como Caetano Veloso y David Byrne, ha versionado a Tom Jobim y a Neil Young y, a la hora de pensar en una canción ideal, sugiere la encantadora Raindrops Keep Falling on my Head, de Burt Bacharach: “Es divertida y muy pegajosa, me gusta mucho. Yo nací en Nueva York, pero me fui con mi familia a Brasil de muy pequeña. Y me llevé esa canción guardada en la cabeza y el corazón. La cantaba siempre, aun sin entender exactamente la letra. Fue mi primer gran amor musical”. Y ya que hablamos de amores, Bebel cierra la conversación con PERFIL dedicándole un piropo a su ilustre tío: “Chico Buarque ha sido una figura paterna para mí –señala–. Hicimos con él un disco para teatro infantil llamado Os saltimbancos. Yo tenía 9 años. A partir de ahí, hicimos otros musicales y yo aprendí mucho, además de pasarla muy bien. Chico es una persona increíble, un excelente escritor y un gran pensador político. Es como el Bob Dylan de Brasil. Estoy muy orgullosa de ser su sobrina”.