En medio de la tensión racial y las protestas en Baltimore, Toya Graham acaparó horas y horas de transmisión en las grandes cadenas luego de que golpeara a su hijo tras reconocerlo lanzando objetos a al policía local.
“Soy una madre intolerante. Todo el que me conoce sabe que no ando con juegos”, dijo a la NBC news Graham, madre soltera de seis jóvenes. La policía había lanzado una serie de tuits solicitando que los padres retiraran a los adolescentes del foco de conflicto.
Toya Graham asistió al núcleo de los incidentes y se topó con su hijo, de 16 años, encapuchado arrojándole objetos a la policía. Su respuesta fue inmediata: lo encaró y comenzó a abofetearlo. Su hijo, en tanto, retrocedía al ritmo de los azotes de su madre.
Sin obediencia. La presencia de la Guardia Nacional no intimidó a los manifestantes en la ciudad estadounidense de Baltimore, algunos de los cuales desafiaron el toque de queda decretado tras la violencia y saqueos del lunes, que el presidente Barack Obama admitió generan "preguntas preocupantes".
Tras el comienzo de la primera noche bajo toque de queda, algunos grupos de manifestantes -principalmente jóvenes negros- salieron a las calles, mientras la policía buscaba dispersarlos lanzando bombas de humo y gas pimienta.
El toque de queda, que regirá durante cinco noches, y el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional y refuerzos de la policía, fueron adoptados para prevenir nuevos incidentes en esta ciudad portuaria de 620.000 habitantes en la costa este, después de los disturbios que el lunes dejaron más de 140 vehículos quemados, 20 policías heridos, 235 sospechosos arrestados y cientos de comercios saqueados.