Washington - En lo que era un secreto a voces, se conoció que en Guantánamo –base naval que los Estados Unidos tiene en Cuba-, los detenidos acusados de cometer actos de terrorismo son sometidos a torturas, según documentos publicados por el FBI.
Durante el año 2004, el FBI (Policía Federal norteamericana) envió a Guantánamo a casi 500 agentes para averiguar si habían sido testigos de malos tratos cometidos contra los presos, que están detenidos en Cuba sin ningún proceso conocido.
Del casi medio millar de emisarios del FBI, 26 respondieron afirmativamente haber sido testigos de tormentos contra los reclusos. Uno de los agentes relató que durante un interrogatorio “el prisionero, privado de sueño, fue trasladado de celda en celda, esposado; fue interrogado por horas. Al segundo día, un capitán de marines se arrodilló sobre un ejemplar del Corán delante del detenido. Al tercer día, el preso fue puesto delante de un agresivo perro pastor alemán”.
Otro agente explicó que en octubre de 2002 un funcionario civil del Ejército le mostró entre risas su obra: había cubierto con cinta adhesiva la cabeza de un prisionero con barba que no dejaba de orar.
Un tercer agente del FBI contó que discutió durante el verano de 2004 con un interrogador que se había ufanado de haber sometido durante horas a un detenido a una sesión de rock satánico a todo volumen y luego asumió el papel de sacerdote para "bautizarlo".
Otros testigos informaron asimismo que habían visto a detenidos esposados al suelo durante más de 24 horas, a veces con música rap a todo volumen, a menudo a temperaturas extremas; uno vio a un prisionero casi inconsciente en una habitación con cerca de 40´C, con una pila de cabellos a su lado, que aparentemente se había arrancado a causa de la desesperación.
La cárcel ubicada en la base estadounidense de Guantánamo, en el sureste de la isla de Cuba, alberga a algo más de 400 sospechosos de terrorismo detenidos, tras la invasión estadounidense de Afganistán a fines de 2001.
Fuente AFP