La ciudad de Buffalo, en Nueva York, se vio estremecida por una historia de gran amistad. La que tiene como protagonistas a Elizabeth Diamond, madre separada con cuatro hijas a quien le diagnosticaron cáncer cerebral de nivel 4 hace 8 meses atrás y que falleció recientemente, y a Laura Ruffino, su amiga desde hace 20 años, que tiene dos hijas junto a su esposo Rico.
Las cuatro niñas de Elizabeth, con edades comprendidas entre los 8 y 12 años, quedaron huérfanas tras haber fallecido su madre. Fue en ese momento cuando su mejor amiga, Laura, junto a su esposo, decidieron adoptar a las nenas y criarlas como si fueran suyas, junto a sus otras dos hijas.
Tras la adopción, la familia Rufino se duplicó y pasó de los cuatro miembros iniciales a tener ocho en la actualidad. Los gastos por tanto también se duplicaron, pero ante la ternura que desplegó la noticia, la comunidad de la ciudad de Buffalo se volcó entera para ayudar con los costos de manutención de las cuatro pequeñas.
No solo se creó una página web para recaudar fondos, sino que incluso los Ruffino empezaron a recibir donaciones provenientes de todos los miembros de la comunidad. Entre los regalos más útiles, se encuentra una mesa de cocina con lugar extra para cuatro personas más o incluso una heladera más grande, teniendo en cuenta que la comida a partir de ahora deberá ser más abundante para alimentar las cuatro nuevas bocas.
Laura, la madre adoptiva, opinó al canal de noticias 7 eyewitness news que aún está en shock y no puede entender lo repentino de la situación. “Cuando me pongo a pensar me es difícil, porque todavía es chocante para mi. Esto puede parecer algo enorme, pero para nosotros es simplemente nuestra vida”. El marido, por su parte sostuvo que “Diez años atrás, no hubiera pensado que ésta sería mi vida, pero si algo así se te atraviesa, sólo acepto el desafío y lo hago lo mejor que pueda”.
Inmediatamente después de Elizabeth fuera diagnosticada de cáncer, le pidió a su amiga Laura que si algo le pasaba por favor se hiciera cargo de sus hijas. Fue así como Lily, Ella, Samona y Tara, terminaron engrosando la familia Ruffino.