Un suicida causó hoy su propia muerte y la de al menos otras 16 personas al hacerse estallar con su coche bomba en la ciudad santa chiita de Nayaf, según informaron fuentes hospitalarias y policiales iraquíes. El atentado dejó heridas a 38 personas, entre ellas cinco policías.
El suicida se hizo volar por los aires con su coche en medio de un grupo de obreros de la construcción en la concurrida calle de Midan, en el centro de Nayaf, ciudad situada a 180 kilómetros al sur de Bagdad. La explosión causó daños en varios edificios y comercios en la zona.
La calle de Midan se encuentra a unos 500 metros del santuario del imán Ali bin Abi Talib, el más importante del chiismo en Irak.
La explosión de otro coche bomba, en el barrio bagdadí de Al Baiya, causó la muerte de tres civiles y dejó 11 heridos.
Mientras, el periódico árabe Al Sharq al Awsat informó, citando al Consejo Supremo de Justicia de Irak, que el año pasado fueron ejecutadas en este país 234 personas, más que en ningún otro país árabe.
Tan sólo la semana pasada fueron condenados a muerte 13 iraquíes.
El gobierno iraquí reinstauró la pena capital que había sido abolido tras la caída del régimen de Saddam Hussein por la administración militar estadounidense.
Mientras, varios iraquíes enardecidos denunciaron hoy, durante una conferencia de prensa del partido sunita Frente del Consenso Iraquí, la supuesta corrupción entre los jueces iraquíes. Un padre de familia aseguró que los jueces exigen como norma el pago de sobornos.
Un vocero del primer ministro Nuri al Maliki aseguró entre tanto que el clérigo radical chiita Muktada al Sader, cuyo paradero se desconoce desde hace varias semanas, no ha huido de las tropas estadounidenses buscando refugio en Irán, sino que está realizando una "visita completamente normal" a Teherán.
Al Sader, cuyo movimiento está representado en el Parlamento con 30 diputados, no es una "personalidad vulgar que se dé a la fuga", dijo el vocero, Sami al Asakari, al periódico Al Baiyana al Yadida.
Fuente: DPA