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Trump, Covid y el laberinto electoral

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Trump-Biden 2020 Debates presidenciales de Estados Unidos | AFP

Dos días después de uno de los debates presidenciales más extraños de la historia de los Estados Unidos, Donald Trump dio positivo de covid-19. Lo contagió su secretaria privada, Hope Hicks, abriendo algunos interrogantes. La cuestión es si esta situación puede sumar a una mejora en la imagen pública del presidente y terminar de definir las elecciones. A poco más de 30 días de los comicios, este diagnóstico sobre un hombre de 74 años podría hacer recaer todo el peso de la campaña sobre el vicepresidente Mike Pence, quien no fue aislado y se hará cargo de la mayoría de las actividades mientras dure la cuarentena del presidente y la primera dama.  Este hecho sacudió el panorama político estadounidense de una manera inesperada y se suma a otros acontecimientos que vienen enrareciendo la campaña. Hace algunos días, Trump aseguró que “aún no decidió” si reconocería los resultados. También hay preocupaciones sobre la demora que puede haber respecto de las boletas de quienes emiten su voto por correo. El gobierno admitió que “probablemente” los resultados del Estado de Florida no estén el mismo martes sino que haya que esperar algunos días. Según el sitio web Político, existen escenarios que, aunque improbables, podrían suceder. Entre ellos, el que más expectativa ha suscitado en los medios del país, es que, en caso de no tener los resultados o que ninguno de los dos candidatos logre la mayoría en el colegio electoral, la Speaker de la Casa de Representantes, Nancy Pelosi, podría jurar como presidenta interina el 20 de enero mientras se resuelve la elección.

Tras las elecciones, existe un período de “interregno” de hasta 35 días mientras se esperan los resultados. El deadline para nombrar a los 538 miembros del Colegio Electoral es el 8 de diciembre. El estatuto establece que, si para esa fecha aún “existe alguna controversia o disputa”, es el Congreso quien decide los electores. Desde el Siglo XIX, cada Estado cedió la decisión sobre los electores al voto popular, sin embargo, nada en la Constitución del país establece esto como obligatorio. 

Sobre este telón de fondo, la noticia del contagio de Trump genera especulaciones opuestas sobre su impacto de cara a las elecciones. Algunos entienden que este suceso concentrará la atención del último tramo de la campaña en la pandemia, un escenario que no favorecería al ejecutivo por su pésimo desempeño en el manejo de la crisis sanitaria y su discurso contra las medidas de prevención. Desde otra mirada, este nuevo giro favorece el protagonismo de Trump, poniendo a Biden en un aún mayor segundo plano en términos mediáticos. Y si la recuperación es pronta, es probable que no sólo se refuerce la postura escéptica de los votantes de Trump sobre la enfermedad, sino que puede obtener la simpatía de votantes aún indecisos. Aún más, el septuagenario demostraría que aún goza de la fuerza suficiente para liderar a la mayor potencia mundial cuatro años más. Esto, claro, en el mejor escenario de recuperación. Caso contrario, Estados Unidos enfrentará una de las mayores debacles electorales y políticas de su historia.

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*Investigadora del Conicet y directora del Doctorado en Relaciones Internacionales (UCC).

**Magister en Relaciones Internacionales.