Las próximas elecciones de Italia, previstas para el 25 de septiembre, pueden deparar sorpresas. Una de ellas es que la actriz Gina Lollobrigida, que triunfó en Hollywood en los años cincuenta, sesenta y comienzos de los setenta, se convierta en senadora a sus 95 años.
La otra es que el piloto Emerson Fittipaldi, ex campeón brasileño de la Fórmula 1, acceda el mismo cargo. En su caso, por el partido de ultraderecha Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), liderado por Giorgia Meloni, favorita como candidata a primera ministra.
Fittipaldi, que se presentará en la circunscripción sudamericana, nació en Brasil y es italiano por sangre paterna. Tiene 76 años. Recibió la bendición del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, para acompañar a Meloni, que apuesta a ser la primera mujer al frente del gobierno de Italia en una coalición que incluye a la Liga, de Matteo Salvini, y Forza Italia, de Silvio Berlusconi.
El padre de Fittipaldi, Wilson, conocido como Baron, también nació en Brasil, pero era hijo de inmigrantes italianos y tenía la nacionalidad. Eso le permitió a Emerson heredarla. La rama italiana de la familia del doble campeón de la Fórmula 1 proviene de Trecchina, una localidad de poco más de 2.500 habitantes en la provincia de Potenza.
Arrancó la campaña presidencial en Brasil
Lollobrigida, a su vez, no es una novata en política. En 1999, tras retirarse dos años antes del cine, fue candidata para el Parlamento Europeo con los demócratas de Romano Prodi, pero se quedó a 10.000 votos de alcanzar el escaño. Fue nombrada embajadora de buena voluntad por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta vez, Lollobrigida será candidata por Italia Soberana y Popular, lista antisistema y euroescéptica que aglutina a pequeñas formaciones como el Partido Comunista, Acción Civil y Patria Socialista. Uno de los líderes del experimento político es el ex juez Antonio Ingroia, su abogado personal. La asiste en la guerra judicial mantiene con su único hijo, Milko Skofic, y su nieto, Dimitri, por la gestión de su fortuna.
A los 95 años, la actriz italiana Gina Lollobrigida quiere ser senadora
Ambos acusan al secretario personal Lollobrigida, Andrea Piazzolla, de 34 años, de dilapidar su patrimonio aprovechándose de su avanzada edad y de su estado psicológico. Cree Ingroia que la candidatura es una prueba de la lucidez mental de su clienta. Ella confiesa que está cansada de las discusiones entre los políticos que no llevan a nada.
La formación que representa necesita el 3% de los votos para ingresar en el Parlamento. Difícil que los obtenga.
BL PAR