La UIA advirtió que el uso de máquinas fabriles cayó al nivel más bajo desde 2016
La unión que nuclea al empresariado industrial registró un fuerte descenso del 6,4% mensual en la actividad a fines de 2023. Prevé que la industria caerá al menos 4% en 2024.
Línea de fabricación Alaskan en Córdoba |
Perfil Cedoc
Fuerte es el impacto de la situación de crisis que atraviesa la Argentina y se refleja en diversos ámbitos de la economía familiar y general. La industria no es la excepción y recibió con contundencia el golpe. En ese marco, la Unión Industrial Argentina (UIA) registró una abrupta caída del 6,4% mensual en la actividad industrial medida durante el último mes del año 2023. Por consiguiente, diciembre último ya comenzaba a dar señales del complejo escenario por delante.
Además, la central que agrupa a los empresarios industriales proyectó que durante enero 2024, el desempeño de la actividad incluso empeoró con una tendencia bajista que se hizo aún más profunda en ciertos sectores. Los datos surgen de un estudio realizado por el Centro de Estudios de la UIA, que proyecta una caída de al menos el 4% en la actividad industrial para el 2024, producto del menor desempeño de los sectores estrechamente vinculados al consumo interno y la obra pública. A lo que se suma el poco incentivo a la exportación.
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La caída del 6,4% mensual registrada en los niveles de actividad de diciembre, comparado con el mes de noviembre, reflejó el descenso más fuerte desde enero de 2022. Cabe señalar, que ese año fue cuando se dieron en forma conjunta los efectos del avance de la tercera ola de casos de Covid-19, que trajo un aumento en los niveles de ausentismo, a la vez que se dio el impacto de un elevado pico de temperatura, que derivó en reiterados cortes energéticos en las plantas fabriles.
Además, la UIA enfatizó que desde 2016, cuando la central empresaria comenzó a realizar la medición, no se habían registrado valores tan bajos respecto del uso de la capacidad instalada en el sector fabril. De hecho, los actuales registros muestran una caída cercana a 10 puntos y llegaron a medir tan solo un 54,9%. Lo cierto es que en diciembre la fuerte contracción histórica en el uso de maquinarias fabriles (capacidad instalada), marcó un derrumbe récord.
Precisamente, en noviembre había registrado un nivel de uso del 63,8%, cifra que bajó 8,9 puntos hasta finalizar 2023 con el punto récord más bajo. Estas cifras representan el nivel más bajo medido en los últimos 7 años, sin tener en cuenta los datos del período más estricto de la cuarentena por coronavirus durante el 2020, que provocaron un virtual apagón productivo.
Según el relevamiento de la UIA, diciembre de 2023 cerró con una interrupción del “proceso de recuperación que había tenido la industria en 2021 y 2022, tras la pandemia y la crisis macroeconómica de los años 2018-2019-2020". Puntualmente, en diciembre la actividad industrial registró una caída de -8,3% interanual y del -6,4% mensual, sin estacionalidad.
Diversos factores empujaron a la marcada caída de la industria en diciembre. Por un lado, la devaluación que impactó de lleno licuando los salarios de los trabajadores, y también el ajuste fiscal, que según señala la UIA muy lejos de impulsar al consumo influyó negativamente sobre la demanda agregada, con menos generación de obra pública. Es claro que el consumo global de bienes y servicios por los consumidores y las empresas tuvo una retracción, por incidencia de la política monetaria y fiscal.
El trabajo de la UIA, mostró que en el 2023, el resultado anual estuvo signado por la heterogeneidad sectorial. A su vez, por un peor desempeño industrial en la segunda parte del año, respecto de la primera.
A su vez destacó que, 6 de los 12 sectores que integran el índice de producción industrial (IPI-CEU), registraron una caída interanual durante el 2023, en comparación con el 2022, cuando solo uno cayó. Los que mayor caída midieron fueron: minerales no metálicos, alimentos y bebidas, metalmecánica y sustancias, y productos químicos. Por el contrario, destacó el crecimiento de los sectores automotor, refinación de petróleo, papel y cartón.
Lo cierto es que según las estimaciones de la UIA, enero 2024 no comenzó con un pronóstico alentador. Desde la entidad remarcaron: “Los datos adelantados de enero mostraron un menor desempeño por parte de la industria, con una profundización de la caída en varios sectores”.
Asimismo destacaron del ente, que “a partir del relevamiento realizado a más de 700 empresas, los datos obtenidos en ‘Ia Encuesta 2024 UIA’, reflejaron este menor desempeño industrial. Se observó predominancia de las empresas con caídas en los niveles de producción, ventas al mercado interno, exportaciones y empleo”.
En este contexto, y en paralelo con una significativa baja en la demanda de productos industriales, tanto para el consumo de los hogares como los destinados al uso en la obra pública, las estimaciones para este 2024, según el informe de la UIA, dan indicios de una caída en la industria de al menos el 4%.
Como panorama proyectado para el resto del año en curso, no mejora la situación para la actividad fabril. “Las perspectivas para el año son entonces de una caída de la producción, magnitud que dependerá de la evolución de las principales variables macroeconómicas. El escenario base contempla una caída de la actividad industrial de al menos 4% para el año, que se explica por el menor desempeño de los sectores vinculados al consumo interno y la obra pública y la falta de incentivos a la exportación”.
Refiriendo a una tendencia sostenida a la baja agregaron: “A su vez, se prevé el impacto en los costos de la suba de tarifas, el incremento del impuesto PAIS y la falta de herramientas de financiamiento. Compensaría parcialmente esta tendencia la recuperación de los sectores vinculados a la agroindustria, el sector petrolero y minero”.
Por su parte, la consultora privada Equilibra estima: “Para 2024 una fuerte caída de la importación, la inversión y el consumo agregado: la contracción de los primeros dos componentes alcanzará los dos dígitos y el consumo agregado duplicaría la caída esperada de PIB. En cambio, las cantidades exportadas treparan significativamente este año, recuperando el terreno cedido durante 2023, principalmente por las pérdidas productivas de la agroindustria”.
