Nicolás Gadano: "Este gobierno bajó los valores de la nafta al mínimo histórico"
El economista especializado en la industria de hidrocarburos analizó cómo afectó el desabastecimientos de combustibles. "La amenaza de Massa fue muy negativa", destacó.
Nicolás Gadano |
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El licenciado en Economía, Nicolás Gadano, criticó la postura de Sergio Massa al respecto de la provisión de nafta: "Frente a un problema de abastecimiento local, no podés querer sostener artificialmente la nafta a 30 centavos de dólar",detalló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
¿Es correcto decir que un país que tiene una materia prima en exceso tenga que tener el mismo precio internacional si esa materia prima resulta una ventaja competitiva para muchas otras actividades? ¿O podría tenerla a un precio más barato como podría suceder en los países de la OPEP?
Como regla general, y especialmente por los problemas de abastecimiento de estos días, no tiene sentido desenganchar el precio local del internacional. De hecho, es perjudicial por varios motivos.
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En el último año la inflación general fue de 140% y el aumento en los precios de los combustibles al público fue de menos del 100%. Tenemos precios de la nafta muy por debajo de los que hay en los países vecinos, a tal punto que los consumidores de esos países vienen a la frontera a cargar nafta a Argentina.
Quiero apuntar a la cuestión de fondo: un país que tiene a la energía como materia prima que resulta dinamizadora para el resto de la economía y que encima la posee en exceso, ¿debería utilizar eso como una ventaja competitiva para potenciar la competitivad de las demás industrias, teniendo un precio interno más barato?
Por caso, en varios países de la OPEP el precio interno es mucho más barato, alrededor de un cuarto. ¿Está bien o está mal desde el punto de vista teórico?
No existe una única respuesta porque existen distintas visiones y porque no es lo mismo la energía para actividades productivas que la nafta, consumida sólo por los automovilistas. Respecto de los países de Medio Oriente, fuertes productores de hidrocarburos, tampoco son el modelo de desarrollo que debemos tener en nuestro país.
Al respecto de la nafta, además de los enormes costos para un desarrollo productivo importante de Argentina, hay varias cosas negativas. Justamente, la amenaza de Massa fue muy negativa.
El 20% de la población más pobre tiene auto, mientras que en el segmento más rico es el 70% quien posee un auto. O sea, desde el punto de vista distributivo, es regresivo. Hoy por hoy, habría que poner más esfuerzos en los alimentos. La incidencia de la logística en el costo de los alimentos puestos en la góndola es baja y, generalmente, es del gasoil y no de la nafta.
Massa, haciendo una jugada electoral, dice “queremos un modelo de nafta barata a 350 pesos” pero parte de eso no es solamente menores ingresos para las empresas, sino menores impuestos porque este gobierno bajó los valores de la nafta al mínimo histórico. Entonces, el Estado deja de recaudar y eso significa, por ejemplo, bajar el gasto público para financiar con emisión monetaria o con deuda.
Además, está la transición energética: en el mundo lo que hoy se hace no es subsidiar los combustibles fósiles, sino ponerle impuestos al carbono porque está probado que el consumo de combustibles fósiles explica en gran medida el calentamiento global.
Consecuentemente, en el mundo nadie se ufana de tener nafta barata porque eso implica que la gente reaccione a esos precios y, eventualmente, se va a vivir lejos de la ciudad a un country y usa el auto mucho más de lo que debería.
Por eso menciono que hay un proceso de transición que apunta a ir a otro tipo de consumo de energía. Y, por tanto, nunca va a subsidiar el consumo de naftas o de carbono, sino que se los grava.
Pero vale aclarar que los problemas del mundo son distintos a los que se tienen en Argentina, en donde se necesita exportar hidrocarburos que tiene para alimentar a su pueblo. ¿No lo ves así?
Son dos problemas. Es cierto que es un problema más a largo plazo el que te menciono. Ahora bien, si vos le transmitís a las empresas el mensaje de que querés tener la nafta barata y que si hay un problema de abastecimiento por tenerla barata, vas a importar, es a pérdida. Y vos querés que las empresas lo hagan igual, amenazándolas de que “acá no se va poder exportar”, es difícil que vengan compañías a invertir en un sistema energético argentino como este.
Frente a un problema de abastecimiento local, no podés querer sostener artificialmente la nafta a 30 centavos de dólar, cuando en todos los países vecinos vale más de un dólar. Por ejemplo, en Brasil tienen 4 veces el precio argentino. Siempre tomando como referencia el dólar libre.
El principal afectado por la decisión de abaratar la nafta es YPF, porque vive e invierte de sus ingresos y en este momento estaría reduciéndolos a la mitad. Prácticamente no puede ir al mercado internacional a endeudarse fuerte.
En consecuencia, no va a tener dinero para invertir en Vaca Muerta o en el gas natural licuado, todos proyectos que le permitirían a la Argentina exportar y producir más. pagando mejores salarios. O sea, este modelo que ofrece Massa es engañoso, es un modelo de subdesarrollo: te voy a “proteger el salario” y no funciona así en la coyuntura actual.
Todos los precios relativos están desordenados, sin dudas. Y más en medio de este proceso eleccionario. Pero yendo a una discusión más de fondo, ¿la ventaja de tener Vaca Muerta le tendría que generar al país, por ejemplo, poder exportar más aluminio? Tengo entendido que en el aluminio, la energía es el 80% de su costo.
El desarrollo a gran escala de Vaca Muerta te va a conducir a un costo de la energía más bajo de manera estructural, no porque Massa decida que el barril de petróleo vale dos tercios de lo que sale en el resto del mundo. Justamente, con esa baja del valor de la energía, lo van a poder aprovechar los productores de aluminio, o de acero, o el transporte, entre otros.
Ahora bien, si pretendés una economía híperregulada, subsidiada, con exportaciones controladas, no vamos a despegar más. Ahí no vamos a aprovechar nuestros recursos naturales.
Vaca Muerta
Fernando Meaños: ¿Cómo se combina esto con la situación cambiaria, teniendo en cuenta que hoy sigue existiendo una brecha del 190% y que cuando eso se empiece a solucionar (probablemente a partir de una devaluación), no sabremos qué pasará con el precio de la nafta entonces?
¿Qué se puede conjeturar al respecto? ¿Qué pasará el día que el dólar se sincere?
Es parte del problema, efectivamente. En ese retraso irresponsable de los precios de la energía en general y de la nafta en particular, hay tres componentes que se tienen que resolver de cara al futuro y que explican esta brecha.
El primer componente es que, aun medidos al tipo de cambio oficial, los precios del petróleo en Argentina están bien por debajo de lo que sería la paridad de exportación. Lo segundo es que ese dólar oficial no se puede sostener y, en consecuencia, habrá que ver el impacto de cómo se resuelve la cuestión cambiaria.
Por último, lo dicho, los impuestos a los combustibles están en su mínimo histórico. Por tanto, cualquiera que arme un programa económico y que piensa en eliminar el déficit fiscal para que el Banco Central no siga emitiendo moneda para financiar al Tesoro, deberá corregir esos impuestos para devolverlos a su nivel histórico.
Si queremos ir resolviendo este problema, debemos corregir los precios relativos. Por ejemplo, puede implicar bajar los precios de la ropa, que son carísimos, pero subir el de la nafta.
FM: Massa dijo que una nafta más cara impactaría en el precio de los alimentos. ¿Cómo sería la incidencia allí? ¿Eso se daría por sector discriminadamente?
Si uno controla adecuadamente el aumento de la nafta, no debería tener una incidencia importante en los costos de la economía. Los sectores económicos que usan a la nafta dentro de su logística, el peso de ese costo es muy menor.
Por supuesto, si uno mueve el precio de la nafta sin un programa de estabilización se va a percibir como inflación. Entonces, la gente va a pensar que si subió la nafta, debe aumentar su precio o pedir aumento, por ejemplo.
Es decir, dentro de un programa de estabilización bien organizado, es razonable imaginar que el precio relativo de la nafta respecto a otros precios de la economía, tiene que aumentar.
