Las medidas restrictivas adoptadas en el marco del Covid-19, con las idas y vueltas generadas por el constante cambio de las regulaciones y la falta de un acompañamiento claro han provocado daños difíciles de reparar si no se toman medidas urgentes principalmente en algunos sectores de los que el gobierno habla poco: el gastronómico, los salones de eventos y los jardines de infantes y maternales de gestión privada.
Desde la Legislatura bonaerense hemos impulsado diferentes medidas con la intención de brindar un acompañamiento y/o asistencia económica. Así como también para llevar alivio en materia tributaria frente a la poca reacción por parte del gobierno provincial que no termina de visualizar la gravedad de la situación que provocó miles de pérdidas de empleo.
Todo puesto de trabajo es importante, sobre todo porque atrás de cada uno de ellos hay bonaerenses que en muchos casos son sostén de sus hogares. Si tomamos como parámetro datos del INDEC y en lo que respecta al Gran Buenos Aires, hacia finales de 2020 la desocupación alcanzó el 14,1%, lo que implica un incremento de 3,3 puntos porcentuales respecto del 2019, que había culminado con un índice de 10,8 por ciento.
Frente a esta realidad tan preocupante y dolorosa no hay relato posible, porque en un estado de situación crítico como el que estamos atravesando las palabras sobran, y se necesitan hechos.
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En lo que refiere a los maternales y jardines de infantes la realidad es tan compleja como la del sistema educativo bonaerense en su totalidad y la causa es la poca importancia que se le ha otorgado en este tiempo de pandemia a la educación.
Buenos Aires cuenta con una matrícula de más de 4 millones de alumnos en los diferentes niveles y hay un dato que no puede ser analizado por separado si realmente queremos avanzar hacia una provincia más justa e igualitaria: el 72% de los niños, niñas y adolescentes viven bajo la línea de pobreza.
A pesar de ello, para los bonaerenses las escuelas estuvieron cerradas durante todo el 2020 y durante el 2021 víctima de la improvisación abrieron o cerraron las aulas de acuerdo a criterios poco claros y argumentos escasos emitidos por el gobierno Provincial. Esta falta de planificación impactó negativamente sobre todo en los maternales y jardines de infantes. Muchos de ellos se vieron obligados a cerrar.
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Distintos estudios advierten sobre la importancia de la educación en los primeros años de vida de las niñas y niños, y el impacto socioemocional que las medidas restrictivas pueden provocar. Está demostrado el rol fundamental que los maternales y jardines de infantes cumplen para la socialización, estimulación y detección precoz de dificultades de aprendizaje y/o patologías.
Sin dudas hoy los maternales y jardines de infantes están atravesando la peor crisis de su historia y la causa no es estrictamente el Covid, sino la incapacidad de un gobierno para planificar y acompañar.
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Por otro lado, el sector gastronómico y los salones de eventos también se vieron afectados por la mala gestión. Estos últimos han tenido que poner en práctica su creatividad en la búsqueda de alternativas ya que permanecen cerrados desde el comienzo de la pandemia y los primeros -Buenos Aires concentran el 40% del total del sector a nivel nacional -, presos de reglas pocas claras con aperturas y cierres intermitentes.
La caída de la actividad, el cierre de empresas y comercios y la destrucción de puestos de trabajos son récords y sin ayuda del Gobierno Provincial será muy difícil no solo transitar este año sino pensar en una recuperación posterior a la pandemia.
La situación es crítica porque los gastos siguen corriendo, y muchos propietarios se vieron obligados a contraer deuda para poder hacerles frente. En provincia de Buenos Aires se estima que se perdieron cerca de 19 mil puestos de trabajo.
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Axel Kicillof debe tomar medidas de manera urgente para avanzar hacia una recuperación del empleo porque hay sectores que no pueden esperar más.
* Gabino Tapia. Senador bonaerense de “Juntos por el Cambio”.
