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Las encuestas comienzan a cobrarle al Gobierno las facturas atrasadas por la cuarentena

Las encuestas marcan agenda, establecen prioridades, salvan o condenan candidatos. Y también pueden determinar la suerte de un gobierno. 

Alberto Fernández
Alberto Fernández | Twitter

En política moderna, las encuestas mandan. No importa mucho si a veces se equivocan. El número genera fascinación, expectativas y temores. Las encuestas marcan agenda, establecen prioridades, salvan o condenan candidatos. Y también pueden determinar la suerte de un gobierno. 

No caben dudas que las últimas encuestas de imagen que se han realizado son una fuente de preocupación para el gobierno. Las percepciones positivas y negativas del Presidente suben y bajan en función del cansancio y los miedos de la población. La cuarentena, que fue la clave para replantear su liderazgo y su legitimidad, hoy empieza a cobrar las cuentas atrasadas.

En este contexto, el cuestionamiento de su gobierno lleva a Alberto Fernández a replegarse sobre sus bases políticas. En términos del kirchnerismo, esto significa sostener la cuarentena y las acciones de la presidencia recurriendo a la grieta, afirmándose en “nosotros” y condenando a “ellos”. El consenso sería más útil y productivo en este caso, pero también más difícil de conseguir.

De la mano del recrudecimiento, también reaparece Cristina Kirchnercon alta imagen negativa,  quien hace poco, utilizó su cuenta de Twitter para bromear con ligereza sobre los ataques a las silobolsas, mientras para el común de la gente, mira sorprendida, si tiene tiempo para eso porque no se suma activamente acompañándonos en esta pandemia  

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Al otro lado de la grieta, ex presidente Macri aprovecha para viajar a Paraguay, con la excusa de una reunión de la FIFA. y muchos integrantes de la ¨rosca política¨ de su partido quedaron contagiados por innumerables reuniones políticas .En medio de la pandemia, los políticos siguen siendo políticos, Los empresarios siguen siendo empresarios ,comiendo asados y haciendo reuniones como si nada ,siempre buscando alguna ventaja ,política , económica o judicial  en algunos casos .

Esa grieta, entre la política ,la económica y la sociedad, es la más peligrosa de todas. Porque si no se busca una salida a la cuarentena y a la tremenda crisis, se corre el riesgo de la desobediencia ciudadana. De parte de las clases medias, ya lo vimos reflejado en las manifestaciones anti cuarentena. En las clases bajas, prima la necesidad de salir a trabajar para ganar el mango del día.

El concepto de desobediencia civil fue acuñado por Henry David Thoreau, (pensador estadounidense,se opuso al esclavismo norteamericano y promulgó ideas muy avanzadas para esa época de guerras, violencia y escasez.. ) afirmó el derecho de los ciudadanos a resistir a un gobierno injusto mediante la simple desobediencia no violenta. En su caso, se negó a pagar impuestos durante la guerra con México, de la que estaba en contra. Años más tarde, Gandhi siguió su ejemplo, y con él muchos otros, como Martin Luther King, los Sin Tierra en Brasil, los parados en España, los inmigrantes en Francia, y los grupos ecologistas como Greenpeace.

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La fuente del poder se asienta en dos bases: el consenso y la coerción. La segunda es importante, pero la primera lo es más todavía. Sin consenso, no hay coerción que valga para sostener a un gobierno. Es decir que, si la gente decide en masa que no va a obedecer la cuarentena, las fuerzas de seguridad no podrán evitarlo. Se podrán meter presos a cien, o a mil, pero a un millón es imposible.

Si algo así ocurriera en Argentina, sería una catástrofe política, que afectaría seriamente la legitimidad del gobierno.

¨ No conozco ningún hecho más alentador que la incuestionable capacidad del hombre para elevar su vida mediante un esfuerzo consciente. (Thoreau )