OPINIóN
Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama

Concientizar es la tarea

En la Argentina se registran 19 mil nuevos casos por año y constituye la principal causa de muerte en mujeres entre los 40 y 60 años y la segunda causa de muerte por cáncer femenino.

Cáncer de mama-20200806
Cáncer de mama-20200806 | Shutterstock

Para comenzar a hablar sobre concientización en el cáncer de mama, es conveniente conocer el concepto de cáncer. El cáncer es un crecimiento tisular anárquico, indefinido, parasitario, inútil para el organismo, que en su evolución natural se disemina y produce la muerte. El cáncer de mama, como muchos otros, no produce síntomas en sus inicios; se lo considera no una, sino varias enfermedades, progresa por etapas y, diagnosticado precozmente, es fácilmente tratable.

Cuando se habla de prevención del cáncer, se habla de prevenciones primaria y secundaria. La primaria, es la que logra evitar la parición de la enfermedad, y la prevención secundaria, es la que logra un diagnóstico precoz. El cáncer de mama no tiene prevención primaria, sino secundaria. Tiene una incidencia de 80 por cada cien mil personas en los Estados Unidos de América. En la Argentina se registran 19 mil nuevos casos por año, siendo su mayor frecuencia alrededor de los 52 años. Constituye la principal causa de muerte en mujeres entre los 40 y 60 años y la segunda causa de muerte por cáncer femenino. Es una enfermedad multifactorial, con una base genética, más frecuente en los países más desarrollados.

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Se consideran factores de riesgo mayores para padecer cáncer de mama el sexo femenino (el 1% de los carcinomas mamarios se observan en el hombre), la edad, presentar antecedentes familiares de cáncer de mama y haber padecido cáncer de mama previamente. Los factores de riesgo menores son menarca antes de los 12 años, menopausia después de los 55 años, nuliparidad, peso aumentado en más de 10 kg en mayores de 50 años, dieta con alto contenido en grasas, actividad física escasa y terapia hormonal de reemplazo (THR). Los factores genéticos en cáncer de mama incluyen las mutaciones en los genes BRCA 1 y 2, que deben ser sospechados en antecedentes de 2 o más familiares de primer grado con cáncer de mama, menores de 40 años y/o carcinoma bilateral, 2 o más familiares de segundo grado con cáncer de mama u ovario y cáncer de mama en el hombre. El cáncer de mama sin antecedentes genéticos o familiares se denomina esporádico y es el más común (70%).

A principios de la década de los ´80, el número de nuevos casos diagnosticados aumentaba un 3,7% por encima de la incidencia basal. Este fenómeno se atribuyó principalmente a la utilización de la mamografía como herramienta de screening. Esto se ve reflejado también en el aumento del número de carcinomas iniciales o pequeños y no así en los casos de estadios más avanzados, donde la incidencia permaneció estable e incluso se redujo, dependiendo del estadio. Si bien es cierto que hoy el cáncer de mama ocupa el primer lugar en la lista de cánceres ginecológicos más frecuentes, de acuerdo al reporte del National Cancer Institute (NCI) del 2011, la incidencia del cáncer de mama se redujo desde 1999 a 2007 un 1,8% anualmente.

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Un factor en la disminución de la incidencia de cáncer de mama se produjo como consecuencia de los resultados obtenidos del Women´s Health Initiative (WHI). El riesgo relativo de cáncer de mama aumentó con la THR, por lo cual a consecuencia de esto se redujo significativamente el empleo de dicha terapia en las pacientes postmenopáusicas. Los datos obtenidos en el programa Surveillance Epidemiology and End Results (SEER) mostraron que la incidencia del cáncer de mama que expresa receptores hormonales para estrógeno y progesterona se incrementó entre 1980 y 2008, mientras que disminuyó la incidencia de aquellos cánceres de mama que no los expresan. Esto en parte se debe a que el tratamiento hormonal de reemplazo incrementa el riesgo preferentemente de aquellos tumores positivos para receptores hormonales para estrógeno y progesterona. Asimismo, otros datos obtenidos también por el SEER, identificaron una proporción dos veces mayor de carcinoma lobulillar en el período comprendido entre 1987 y 2007, frente a los carcinomas invasores de estirpe ductal.

La tasa de mortalidad por cáncer de mama ha ido disminuyendo desde 1975, hecho que es atribuible al incremento del screeningmamográfico, así como la implementación de terapéuticas adyuvantes más eficaces. Sin embargo, existen subgrupos en los que este descenso no fue tan marcado. La disminución de la mortalidad por cáncer de mama es mayor en pacientes menores de 50 años, así como en mujeres con tumores positivos para receptores de estrógeno y progesterona.

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Si bien existen muchos protocolos para screening en cáncer de mama, se considera hoy en día que una mujer sin antecedentes de cáncer de mama en su historia familiar realice su primera mamografía y ecografía mamaria a los 35 años, para repetirlas a los 40 años. Algunos profesionales sugieren continuar los estudios cada 2 años hasta los 50 años y a partir de ahí, anualmente, y otros, anualmente desde los 40 años. Las mujeres con antecedentes familiares relevantes, realizarán dichos estudios anualmente desde los 30 años y en algunos casos antes. El autoexamen mamario por sí solo no disminuye la incidencia del cáncer de mama, pero crea conciencia en las mujeres sobre esta terrible enfermedad, haciendo que ante cualquier signo o síntoma que le llame la atención, consulten al ginecólogo para realizar los estudios específicos, no sólo para la identificación del cáncer de mama, sino la rutina ginecológica básica para la prevención de otras patologías malignas.

Para finalizar, el cáncer de mama no es una sola enfermedad. Hoy conocemos mejor su biología, y los tipos de carcinoma son muy distintos entre sí, con pronóstico y tratamientos diferentes. Recordemos que toda mujer mayor de 35 años debe iniciar sus controles mamarios, y antes, en caso de historia familiar.

 

* Mariano Toziano. Profesor Asociado de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador. Jefe de Ginecología del Hospital Naval Buenos Aires. Médico Acreditado en Patología Mamaria por la Sociedad Argentina de Mastología.