OPINIóN

Sexo, género y comunicación dentro del consultorio

Salir de la binaridad es una realidad más que nos presenta la naturaleza. Hablar de géneros implica aceptar las diferencias, dejar vivir, despatologizar el tema. Entre los profesionales de la salud, por el momento, prevalece la adaptación y no la capacitación.

LGBTQ+
Es importante que los empleadores tomen medidas para que los empleados LGBTQ+ se sientan incluidos y apoyados | amazonaws.com

La relación entre biología y cultura establece que las corrientes culturales, creaciones genuinamente humanas, suelen surgir en función del orden natural. Sin embargo, sobre la ya, en las generales, avalada diferencia entre género y sexo parece no hay unanimidad en términos culturales ya que podemos encontrar distintas nomenclaturas en diferentes regiones/territorios. 

En otras palabras, parte de la sociedad no tiene clara las diferencias entre orientación sexual, género y sexo.

En pleno proceso de formación de saber y conciencia, el tema demanda la consulta especializada. Julieta Olivera, directora del Departamento de Psicología de UADE, rectifica la presunción de la diferencia que señalamos antes: “sí hay unanimidad: género es el autopercibido y sexo está ligado a la disposición genética”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En unas conversaciones mantenida recientemente con profesionales de la salud -una médica especialista en gastroenterología, un ginecólogo y una médica clínica especialista en adicciones– surge una preocupación compartida: la de enfrentar situaciones para las que no han sido formados, con especial foco en las consultas de personas cuyo género demanda necesidades no prescriptas por la tradición. 

Crecen las consultas de personas que a priori el profesional, especialmente médico, no puede identificar con algún género. Las dudas no siempre son disipadas por la declaración: se autoperciben diferentes, ni varón ni mujer, se identifican como no binarios. Esto implica organizar la atención con clínicos y psicólogos, entre otros profesionales, porque no saben, en la mayoría de los casos, cómo abordarlos. 

Veamos algunos ejemplos. Un médico que recibe pacientes transfemeninos no puede omitir prescribir un análisis de próstata. Pacientes transmasculinos solicitan a su ginecólogo, por ejemplo, no menstruar más o acceder a cirugías reconstructivas para quitarse los pechos o modificar su órgano sexual.

"Un médico que recibe pacientes transfemeninos no puede omitir prescribir un análisis de próstata. ¿Cómo lo comunica?

Olivera advierte sobre la importancia de correrse de la binariedad. Desde siempre, y hasta hace unos treinta años, se ha buscado cómo definir la "patología" que llevaba a que ciertas personas tuvieran un género autopercibido. “Se buscó desde lo anatómico, lo hormonal, desde las formas de crianza –comenta-, todo para poder definirlo como una enfermedad”. Aclara que esas búsquedas fueron fútiles, que no se encontró ningún tipo de causa que explicara las diferencias sexuales y de género

“Porque no es una enfermedad ni una condición antinatural, es una realidad más que nos presenta la naturaleza”-explica-, y agrega: “la visión actual sobre género implica aceptar las diferencias, dejar vivir, despatologizar el fenómeno”.

Trans lograron que obras sociales cubran cirugías para adecuarse a su nueva identidad

Entre los profesionales de la salud, por el momento, prevalece la adaptación y no la capacitación, el proceso es transitivo. Aquellos con quienes conversamos coinciden en el creciente cuestionamiento a la atención que dispensan. Reconoce Olivera que “es un indicador del avance de la sociedad que tengan interés de interactuar con esta población de manera respetuosa; en esos casos lo que deben hacer es simplemente preguntarle a la persona con qué pronombre quieren que se los llame y luego respetar esa elección, o decirle ´vos tenés cuerpo de una mujer trans y, como tal, requiere análisis de próstata´, en vez de decir ´vos sos trans pero tenés cuerpo de varón´, lo cual se consideraría irrespetuoso del género”.  

Sexo, género y comunicación dentro del consultorio

La capacitación en perspectiva de género a los profesionales de la salud implica conocer y saber cómo comunicar. Es clave para la salud integral de la persona.

Si una mujer trans exige que se le haga un Papanicolau cuando nada en su organismo prescribe ese estudio, el médico tiene que estar capacitado para explicar respetuosamente que una persona que no tiene útero no corre riesgo. Esa forma de reafirmación de identidad femenina no tiene caso si lo exigido es impracticable desde lo médico. Y el profesional debe saber resolverlo desde la comunicación y el respeto, porque las patologías prevalentes en esos pacientes son otras.

El impulso a la investigación en temas de comunicación social hace ya cien años dejó varias orientaciones y enseñanzas. Una de ellas, imprescindible rescatarla aquí, es la necesidad de que la calidad de un contenido siempre encuentre las formas más acertadas de ser transmitido para poder sostenerse. 

Saber qué decir y también saber cómo decirlo. El médico bien formado no dudará de sus certezas sobre el cuadro que enfrenta, pero si vacila en el modo de enunciarlo… hará pensar a su interlocutor que no tiene tan claro cómo actuar. 

Además, un concepto sólido enunciado con desprolijidad o inoportunamente podría no solo parecer endeble o poco convincente sino hasta provocar el efecto contrario del que buscaba. En un tema tan delicado como el presente, implicaría retroceder varios casilleros en el juego de la convivencia.

*Director del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades en UADE.