Los peritos del crimen de Candela Rodríguez analizan una tercera muestra de ADN que se encontró en la casa de la calle Kiernan, donde aparecieron las huellas de la nena en un vaso, para establecer si esos rastros pertenecen a alguno de los detenidos por el caso o se trata de la huella de un nuevo sospechoso.
Los investigadores mantuvieron prudencia a la hora de hablar públicamente, en medio de rumores no esclarecidos sobre la posibilidad de que un policía bonaerense pudiera ser parte de la banda que terminó asesinando a Candela.
Por el momento, el último arrestado, Hugo Bermúdez, quedó formalmente detenido y acusado de ser el presunto autor material del homicidio de Candela Rodríguez, mientras otros tres de los apresados pidieron formalmente la excarcelación, que sería considerada en los próximos días.
Pese a la reserva de las investigaciones, se supo que expertos judiciales y forenses analizaban una tercera muestra de ADN que se halló en la calle Kiernan 992, de Villa Tesei, en el partido de Hurlingham, donde se encontró el vaso en el que estaban las huellas de la nena.
También trascendió que Carola Labrador, madre de Candela, fue interrogada por los detectives sobre qué problema habría tenido con Hugo Bermúdez, pero la mujer habría dicho que no lo conoce y se alejó de su casa para evitar ser abordada por periodistas.
Ayer, en los tribunales de Morón, la defensa del tornero Alfredo Monteros, de 75 años, y de su hijo homónimo, de 36, reclamó la excarcelación de ambos, apenas terminaron sus indagatorias en las que negaron tener alguna vinculación con la muerte de la nena de 11 años. Los sospechosos aseguraron que no conocen a Bermúdez, el último de los implicados, según explicó el abogado defensor, Pablo Carpaneto.
"Ellos son ajenos a que tengan algún tipo de vinculación al hecho que tuvo como víctima a Candela -dijo-; a Bermúdez no lo conocen".
Carpaneto explicó que sus clientes estuvieron el 31 de agosto pasado en la casa de la calle Kiernan al 900, donde según los investigadores fue mantenida cautiva Candela, pero para retirar algunos objetos y otras pertenencias de un familiar que había fallecido el año pasado.
Según Carpaneto, los Monteros acordaron pasar a buscar las pertenencias por esa vivienda con Gladys Cabrera, hija de la propietaria del inmueble y detenida bajo la acusación de partícipe necesario de "homicidio agravado por el concurso premeditado" de varias personas, entre las que se sospecha que habría estado también otro aprehendido, el carpintero Ramón Altamirano. "No vieron nada raro que les llamara la atención. Entraron por el pasillo lateral y comenzaron a elegir las cosas que se iban a llevar", detalló el abogado.
Según voceros del caso, también pidió su excarcelación el fletero Gustavo Valenzuela, dueño de la camioneta Trafic blanca que pudo haber sido usada para trasladar el cadáver de la nena para tirarlo a la vera de la autopista del Oeste, donde apareció el 31 de agosto último.
Los Monteros y Valenzuela están imputados del delito de "encubrimiento agravado", y por ello solicitaron la excarcelación bajo el precepto de que no pondrán en riesgo la investigación ni se alejarán de la Justicia.
Ahora, el juez de Garantías de Morón Alfredo Meade tiene cinco días para resolver el pedido; el abogado defensor confió en que habrá una respuesta "el domingo o lunes" y confió en que se les otorgará la excarcelación.