POLICIA
Ezeiza

El estremecedor relato de un intento de femicidio: “Papi, no mates a mamá”

La víctima tiene 26 años y es madre de dos nenes. Su ex pareja entró por una ventana y la apuñaló 18 veces con una cuchilla. Tiene un pulmón comprometido.

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Débora Acevedo fue acuchillada por su pareja en su casa de Ezeiza | Cedoc

Tenía todo pensado. Dejó la ventana de la habitación destrabada para ingresar de sorpresa por la mañana a la casa de su ex pareja. Llevaba en su mano una cuchilla y se paró al lado de la cama de la joven madre. Cuando se despertó, la apuñaló 18 veces, mientras una de sus hijas gritaba: “Papi, no mates a mamá”. No logró su objetivo porque Débora simuló estar muerta y el agresor dejó de atacarla para autolesionarse. Fue detenido.

Débora Acevedo (26) está internada en el hospital de Ezeiza. “La está peleando. Tiene 40 puntos en todo el cuerpo. Parece que perdió la sensibilidad en una mano, que le atravesó con la cuchilla cuando quiso cortarle la cara y ella se defendió”, contó a PERFIL Belén la mejor amiga de la víctima. Además tiene cortes en la cabeza, la cara, al costado de la nariz, en el pecho y en los brazos. 

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Débora y Federico se habían separado hacía 15 días.

Hacía 15 días que Débora y Federico Vega se habían separado. La joven ya no quería estar con él y empezó a tener miedo. Por eso le pidió a su mamá y hermanos que intercedieran y lo convencieran de que se fuera de la casa

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“Yo no soy capaz de hacerle nada malo”, les dijo Vega a los familiares de Débora, la madre de sus hijos. El hombre abandonó la casa y se comunicaba con ella para coordinar las visitas a los nenes, de 8 y 4 años. Parecía que todo iba bien, pero no fue así. 

El día anterior al ataque llevó a los pequeños a tomar un helado y después los dejó en la casa de su ex suegra, en donde estaba Débora en ese momento. Pero Vega tenía otro plan. Se despidió de los chicos y saludó a las mujeres y se fue. 

Pero no lo hizo muy lejos. Se dirigió a la vuelta, a la casa que antes compartía con Débora y los chicos. “Rompió una ventana y la dejó destrabada para poder entrar al día siguiente. A las 7 de la mañana cortó la luz y entró por ahí. Cuando Débora se despertó lo tenía al lado con una cuchilla”, describió Belén. 

Mientras Vega la acuchillaba, la nena de 8 años gritaba: “Papi, no mates a mamá”. Débora trataba de defenderse, hasta que malherida decidió simular estar muerta. En ese momento el acusado comenzó a autolesionarse en el baño de la propiedad, según lo que luego le contaría la víctima a su amiga. 

Cuando Débora pudo reponerse, agarró el teléfono y llamó a la policía y a una cuñada. “Fede me agredió”, le dijo y cortó. Después tomó a los dos nenes y salió corriendo de la casa. “Cuando vio a la policía en la puerta se desvaneció”, recordó Belén. Tal vez sintió que ahora sí, estaba a salvo. El hombre que la había herido aún estaba adentro de la casa. 

“En el único momento en que Federico habló fue cuando la nena le preguntó porqué estaba haciéndole eso a su mamá. ‘Vamos a estar los cuatro juntos’, le contestó. Así que se entiende que tenía le intensión de matar a los nenes también”, interpretó la amiga de Débora.

La joven madre se recupera. Su cuadro es "estable", pero hay que esperar a la evolución de su pulmón para que pueda recuperar la capacidad respiratoria y dejar el soporte artificial. Vega está detenido por intento de femicidio

NGMC