Romina Martínez fue víctima de la violencia física por parte de su ex, Juan Carlos Cardozo, innumerables veces. Por eso se fue de casa con la hija de tres años que tienen en común. Lo que nunca pensó es que su ex iba a ser capaz de asesinar a su abuela, a su hermana y a su hija de seis años.
“Nunca lo creí capaz de algo así. Más que molestar, ir y venir a cada rato, no hacía otra cosa. Pero lo que hizo demuestra que es un loco, un psicópata que no merece la libertad, porque sabía muy bien lo que hacía", contó la joven en sendas entrevistas que dio a los diarios Clarín y Muy.
Y aseguró: "Me quería hacer daño a mí y terminó haciendo daño a todos. Si me mataba, me hacía un favor".
La joven contó que hizo varias denuncias en la Comisaría de la Mujer de Pacheco contra su ex por violencia de género, pero que nunca recibió respuesta alguna. "Me pegaba, pero siempre fue más el daño psicológico. Me echaba la culpa de todo", comentó.
Hace dos semanas había decidido separarse. "No aguantaba más y le dije que me iba. Mi papá se enteró y me trajo a su casa", contó tras reconocer que lo consideraba "un loco, pero no para tanto".
El triple crimen ocurrió el lunes por la mañana, cuando Cardozo fue a buscar a Romina, de 26 años, a la casa de su abuela en Benavídez. Como no la encontró, se vengó con su abuela, su hermana y la nena de 6 años, hija de Romina de una relación anterior. Poco después fue detenido y ayer confesó su autoría en el triple crimen.
Ahora, Romina sólo pide Justicia. “Que no lo dejen salir haciéndose pasar por loco. Siempre supo lo que estaba haciendo y era consciente. Sólo eso les pido a los jueces”.