POLITICA
el color de la marcha

Afiches del "gato", el títere de Alberto y micros en la 9 de Julio

Para garantizar la mayor convocatoria, esta vez el oficialismo movilizó militantes. Funcionarios se mezclaron con el público.

20192010_marcha_gato_cuarterolo_g.jpg
Creatividad. Pañuelos del “Sí, se puede”, afiches contra CFK y Venezuela también tuvo su presencia. | Cuarterolo

Dos días después de cumplirse un nuevo aniversario de la emblemática gesta urbana del peronismo de octubre de 1945, el macrismo salió este sábado decidido a ganar la calle para fundar su propia hazaña. Pese a que el principal lema de la campaña de Mauricio Macri es, fundamentalmente, evitar el retorno al poder del justicialismo, la multitudinaria movilización en la 9 de Julio registró algunas de las tradicionales prácticas –o vicios– de aquel aparato.

Más allá de que, en términos generales, la “Marcha del millón” podría catalogarse como espontánea, la emblemática avenida también se convirtió en un estacionamiento a cielo abierto para que micros macristas descansaran a la espera de la finalización del ágape. En este caso, el candidato a intendente del partido bonaerense de Escobar, Leandro Costa, no tuvo reparos en plotear uno de los colectivos con su nombre y rostro, acompañado con el de María Eugenia Vidal.

Pese a que la consigna general fue pintar la marcha de celeste y blanco, el merchandising paralelo también dijo presente, aunque con un alza en los valores de los productos. Las banderas y las gorras blancas con la insignia del “Sí, se puede” se conseguían a un promedio de $ 200 cada una, casi $ 50 más que en otras presentaciones de Macri. Los más afectados por la crisis económica podían hacerse de dos pañuelos amarillos a la módica suma de $ 100.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Sin embargo, el ingenio fue lo que mejor caracterizó a la militancia, que llevó sus productos hechos en casa, en donde quedó demostrada la originalidad. El símbolo más destacado fue un títere con la imagen de Alberto Fernández, que fue la vedette de la jornada. Los seguidores de Juntos por el Cambio, por lo pronto, ya diagnosticaron en los símbolos que, en un eventual mandato del Frente de Todos, quien llevará las riendas de la relación será Cristina Kirchner. Además, hubo muchas referencias al “gato”.

Los principales dirigentes llegaron caminando, mezclándose entre la multitud, con el objetivo de transmitir cercanía y estar en contacto con sus seguidores. Entre ellos, sorprendieron a los seguidores de a pie Carolina Stanley, Gerardo Millman, Esteban Bullrich, Paula Olivetto y Maximiliano Ferraro. La que llamó la atención fue la propia Patricia Bullrich, quien desfiló con una custodia mínima durante cinco cuadras, desde la avenida Córdoba hasta llegar a los pies del escenario, en la avenida Corrientes. Bullrich fue, sin lugar a dudas, la funcionaria más vivada, aplaudida y reconocida por el núcleo duro de Cambiemos, que valora su política contra el narcotráfico, quizás uno de los pocos baluartes del primer mandato del Presidente. Vidal, en tanto, sorprendió arengando desde un camión.

La presencia de Cecilia Pando fue un condimento de la tarde porteña. Enemistada con Macri por haber impulsado en el Congreso el debate sobre la legalización del aborto, la defensora de los derechos de los militares condenados por crímenes de lesa humanidad no quiso estar ausente ante “la posibilidad de que vuelvan los Fernández”.