Se celebró la remontada y se sintió el alivio por acortar la diferencia, pero no hubo euforia. En la Quinta de Olivos, el presidente Alberto Fernández y los intendentes peronistas del Conurbano inauguraron en la noche del miércoles en una cena la discusión hacia el 2023. La unidad está garantizada aunque todos coincidieron en un cambio en las reglas internas que llevará a un futuro armado de listas.
Fue una cena de casi cuatro horas. Alberto Fernández les agradeció la movilización y remontada que los intendentes lograron en los distritos de la primera y tercera sección electoral. También prometió un vínculo de mayor cercanía. Tras los comicios del domingo, el Presidente parece dispuesto a reafirmar su liderazgo y comenzar a dar discusiones internas que durante sus primeros meses de gestión no dio.
“Hasta el domingo había un Alberto Fernández que dejaba hacer y después convalidaba ese hacer, ahora hay un Alberto que toma decisiones”, adelanta un funcionario de máxima confianza sobre el rol que promete tener el presidente en la segunda etapa de su gobierno. Aseguran que algo de esto se vio en los últimos días cuando decidió dar un primer discurso la noche de la elección en Olivos, plantear la apertura de las PASO y subirse a un escenario en un acto en Plaza de Mayo que un sector (el kirchnerismo), no estaba convencido de hacer.
Alberto Fernández pidió unidad de cara al 2023 y subió al ring a Javier Milei
Quiénes participaron de la cena en Olivos
En la cena de Olivos estuvieron presente el jefe de gabinete, Juan Manzur y ministros nacionales con territorio bonaerense: Eduardo “Wado” De Pedro (Interior), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Jorge Ferraresi (Desarrollo Territorial y Hábitat) y Santiago Cafiero (Canciller). También participaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
No estuvo el presidente del bloque de diputados y armador de las listas bonaerenses, Máximo Kirchner. En el vínculo con el kirchnerismo y la tregua interna que se vive por estas horas en el oficialismo hay distintas versiones. Unos en la Casa Rosada dicen que la tensión se mudó a la gestión bonaerense y otros que “los pibes saben cuándo plantar bandera. Ellos tampoco ganan elecciones y la estrategia falló”. Sobre la gestión bonaerense el kirchnerismo, intendentes y el albertismo miran a la inseguridad como la mayor problemática. No hay grietas para apuntar contra Sergio Berni.
En la cena algunos intendentes plantearon que el armado electoral fue un fracaso, que las peleas después de las PASO “se pagaron caro” en los territorios y que la discusión interna debe abrirse. Alberto Fernández insistió con la idea de que en 2023 haya PASO en todos los tramos de las boletas. “Los intendentes se sienten oxigenados, no tienen problema con competir contra una boleta de La Cámpora, el problema es cuando los pibes quieren armar todo”, dijo uno de los dirigentes que participó de la cena. Fue Kicillof quien además habilitó el debate de las reelecciones de los intendentes que hoy están limitadas.
“El Frente de Todos se potenció donde hubo internas”, dice un albertista. Pero un dirigente bonaerense recuerda que la pelea entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez por la gobernación terminó en 2015 con María Eugenia Vidal como gobernadora.
Utopía Fernández: diálogo político en campaña para 2023
El desafío de los bonaerenses hacia 2023 es ampliar el triunfo más allá de los distritos del AMBA. “Hoy ni siquiera somos un partido del Conurbano, somos un partido de la tercera sección. Necesitamos ampliar, recuperar la provincia e ir al interior. Lo que tenemos que entender es que tenemos que acumular y no todos acumulan en todos lados”, evaluó un intendente horas después de la cena en Olivos.
Quien hizo pública esta discusión fue Francisco "Paco" Durañona, senador bonaerense. "Este es el dato, ¿Somos un movimiento nacional o un partido del AMBA?", dijo el ex intendente de San Antonio de Areco.
Todos en la cena de Olivos dieron por hecho que no habrá fugas ni ruptura. El planteo de las internas también tiene que ver con sostener a sectores heridos. "Hay y habrá unidad pero con una redistribución del poder", dicen desde el entorno del Presidente. Prometen que el dedo de Cristina Kirchner en la boleta presidencial y bonaerense ya no será el que defina los candidatos. Tampoco el de Máximo Kirchner para las listas distritales.
cp