Sergio Berni camina descalzo de un lado al otro de su despacho mientras repite que su conductor es Axel Kicillof, quien lo convocó para comandar el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Reconoce a Cristina Kirchner como jefa política pero recuerda que su formación militar lo hace ser un hombre disciplinado con la autoridad e insiste que hoy la autoridad para él es el gobernador bonaerense. También aclara que su cruce con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, no tiene nada que ver con su apodo “el Loco” y su carácter, sino con defender la gestión. “Si uno ve la película entera, se da cuenta de que al final el Presidente y el gobernador me terminan dando la razón, necesitábamos una coordinación de las fuerzas”, dice. Después de la intervención de Fernández y Kicillof para aplacar el conflicto, ahora es él quien asegura que tratará de bajar la tensión.
En las primeras semanas al frente del ministerio, Berni fue una de las caras de las diferencias entre funcionarios que tienen como líder política a la vicepresidenta y quienes responden al Presidente. Al poco tiempo de asumir aseguró que Cristina Kirchner era su jefa política y por eso ahora se encarga de aclarar que Cristina es la líder y su actual conductor es Kicillof. No dice nada de Fernández. “A mí me convocó el gobernador”, se limita a contestar. El funcionario se despierta a las 5.30 de la mañana y a las 8 ya está en su despacho de La Plata. Allí colgó un cuadro de Néstor Kichner. “Por Perón, por Evita, por Néstor, por Cristina y por nuestro pueblo peronista, sí juro”, fueron las palabras que Berni eligió al asumir en el actual cargo.
Al desembarcar en la Provincia, Berni le planteó a Kicillof la necesidad de conocer el accionar de las fuerzas de seguridad nacional en el territorio bonaerense. El gobernador también quería saber cuántos son los agentes, dónde están y, sobre todo, a quién responden. Hicieron el reclamo ante Frederic en varias oportunidades. El último fue el 9 de enero en la reunión que mantuvieron juntos. Desde el ministerio nacional solo respondían que había 6.500 agentes. Pero no decían nada de dónde estaban ni qué hacían. Ante la falta de respuesta, Berni envió la carta en la que le pide sacar las fuerzas de seguridad si no hay una coordinación de los dos gobiernos. El gobernador no conocía la carta pero en el encuentro con el Presidente volvió a acompañar el reclamo.
Berni y Kicillof coinciden en que es la Provincia la que debe tener el control político de las fuerzas de seguridad en el territorio, más allá de que se trate de fuerzas nacionales. “Hace unas semanas, en Mar del Plata, Prefectura estaba haciendo un control de tránsito. En la esquina estaba ocurriendo un robo pero ellos no actuaban porque no estaban para eso, no hay nadie que les de órdenes y no hay a quiénes respondan cuando están en el territorio”, grafican en La Plata. Con el acuerdo sellado, Berni promete bajarle el tono a la disputa, aunque en el ministerio más caliente de la provincia y con “El Loco” al frente, admiten que “nunca se puede estar tranquilo”.