POLITICA
Situación en Bolivia

Estados Unidos insiste en que no hubo golpe contra Evo, pero reclama control civil

En una conferencia de prensa telefónica con medios de la región realizada ayer, altos funcionarios diplomáticos norteamericanos pidieron que la Asamblea instaure un nuevo gobierno civil y llame pronto a elecciones.  

Trump hp social
Trump hp social | Photographer: Sarah Silbiger/Bloomberg

En una conferencia de prensa telefónica, funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos insistieron en que no hubo un golpe en Bolivia. Pidieron que cese la violencia de los dos bandos y que se avance en una transición bajo control parlamentario. Además, llamaron a mantener el control civil de las fuerzas de seguridad e iniciar rápidamente el proceso para una nueva elección donde, evaluaron, nada deberían participar responsables de fraude. La posición de la diplomacia norteamericana coincide con la expresada por el gobierno de Mauricio Macri, pero se contrapone a la del presidente electo Alberto Fernández, quien evaluó que "Estados Unidos retrocedió décadas, volvió a las peores épocas de los años 70 con las intervenciones militares contra gobiernos populares y elegidos democráticamente". 

"Seguro han visto las declaración de (Evo) Morales y sus seguidores indicando que fue víctima de un golpe, a pesar de que los eventos ocurridos muestran con claridad que el pueblo de Bolivia ha dicho es suficiente ante un gobierno que ignora la voluntad de los votantes" indicó un funcionario de alto rango. Para preservar la democracia, remarcó el diplomático norteamericano, "la Asamblea Nacional debe aceptar la renuncia de Morales" y "abrir el camino a elecciones populares en Bolivia". En nombre del gobierno, el oficial a cargo del contacto con la prensa realizado bajo condición de anonimato -pero de manera oficial- llamó a la Asamblea a garantizar "el quórum necesario y determinar una transición constitucional hacia nuevas elecciones tan pronto como sea posible". 

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Lo importante, se insistió durante el contacto con la prensa, es "reconstituir el gobierno civil y lograr que la policía vuelva a trabajar". También se evaluó que ante "protestas extremadamente violentas" los "militares podrían tener que apoyar a la policía" pero bajo el control de la policía "porque los policías son civiles". En este punto, el funcionario remarcó que es "importante mantener el conteo civil y no pasar a una situación -una situación del pasado- dónde los militares no están bajo el control civil". En relación a la renuncia de Morales, las autoridades de la principal potencia hemisférica evaluaron que la misma ocurrió cuando la policía y los militares "se negaron a reprimir las protestas", algo que mostró que el mandatario saliente -que ya está asilado en México- "había perdido la confianza del público" y la situación de la "seguridad pública" era "extremadamente grave". 

Los funcionarios que intervinieron en esta conferencia, realizada ayer por la tarde, destacaron que la posición de Estados Unidos es que "los que hayan estado directamente involucrados en el intento de distorsionar el resultado de la elección no deben participar" del próximo turno electoral. Luego se aclaró que con esa posición no se apunta a ningún partido en particular, a pesar de que la OEA en el informe que reivindica el gobierno de Estados Unidos apunta a la responsabilidad del gobierno que estaba en funciones, esto es el del MAS. 

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Sobre el cierre, los funcionarios reconocieron que "hubo mucha violencia de los dos lados". Uno de ellos, con experiencia en el país sudamericano, reconoció que hubo cambios positivos "radicales" en la "inclusión social" y se avanzó también en oportunidades para "clases sociales antes excluidas de la vida pública". Pero aclararon que "robar elecciones" es "otra cuestión" y resultaría "simplista" definir el problema como "una cuestión de clase".