Entre el 17 y 30 de noviembre, según le relató Moisés Maiónica al fiscal Mulvihill, se reunió con Rangel Silva y Ángel Morales, el encargado de PDVSA Sur, sucesor de Diego Uzcateguy, echado tras la explosión del escándalo. El encuentro se realizó en el edificio del Helicoide, sede central del servicio de inteligencia venezolano.
“Ahí se conversó sobre la estrategia legal en Argentina. Que el asunto no se iba a resolver en febrero, sino en diciembre”, detalló. “¿Por qué en diciembre y no en febrero como estaba estipulado?”, preguntó Mulvihill. “Es que el presidente Chávez recibió una carta de Antonini que generó que se acelere todo”, respondió Maiónica.
La carta a la que se refiere fue producto de una estrategia del F.B.I, que elaboró la carta y se la hizo firmar a Antonini Wilson. En ese texto Antonini Wilson le pedía a Chávez un millón de dólares a cambio de su silencio. Si lo contado por Maiónica es como sucedió, eso dejaría en evidencia que Chávez mantuvo comunicación directa con el Gobierno argentino para tratar de digitar el proceso judicial. Por ahora toda una incógnita, aunque hace algunos meses atrás el juez Daniel Petrone le dictó a Claudio Uberti la falta de merito.
(*) Redactor del diario Perfil, enviado especial a Miami.