La foto que se sacaron ayer Daniel Scioli y Sergio Massa esconde la desconfianza que ambos se tienen a pocos meses de las definiciones de candidatos de las elecciones legislativas.
El gobernador bonaerense teme que el intendente de Tigre pueda convertirse en un aliado circunstancial de la Casa Rosada y que, incluso, sea candidato a diputado nacional del oficialismo. Scioli pretende ser irreemplazable para el oficialismo y otro dirigente con la misma alta imagen positiva puede arruinar sus planes.
En los últimos días, el gobernador comenzó a motivar a Massa para que dé señales de ruptura con el kirchnerismo. Scioli cree que, en un escenario con el intendente de Tigre lanzado en contra del oficialismo, los K no podrán deshacerse de él. Confía en que su caudal de votos obligue al Gobierno a mantenerlo en sus filas.
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