La influencia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el armado electoral es indiscutible en cualquiera de los espacios legislativos que se someterán a elecciones en septiembre próximo. Se trata de un trabajo minucioso en el que no solo está puesto el ojo sobre la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, sino que la lupa pasa también por las provincias.
En ese marco, la líder del kirchnerismo busca conservar y fortalecer sus espacios de poder como el que tiene en el Senado, donde una de las jugadas que craneó fue la de resignar a su secretaria administrativa y mano derecha en la Cámara Alta, María Luz Alonso, y darle el visto bueno para formar parte de la lista del Frente de Todos y hacerla pasar del otro lado del mostrador con una banca como senadora por La Pampa.
“Cristina me ha revalidado y autorizado para que lleve adelante esta oportunidad” fue la frase que utilizó Alonso semanas atrás para confirmar una especulación que en la tierra gobernada por Sergio Ziliotto comenzó a sonar desde hace más de un año: que la fórmula legislativa esté encabezada por el ex gobernador y mandamás del peronismo pampeano Carlos Verna junto con “Luchy” Alonso.
“No sólo me dio el okey sino que me instó a que lo haga y me ofreció todo su acompañamiento y apoyo”, reafirmó sobre el espaldarazo de la ex presidenta.
Esa confirmación fue lanzada a principios de julio pasado cuando después del rechazo de Verna a la candidatura para encabezar la lista a raíz de su enfermedad (padece cáncer), Ziliotto, electo presidente del Partido Justicialista provincial, eligió a uno de sus hombres de confianza para que encabece la lista: su ministro de Gobierno y Justicia, Pablo Daniel Bensusán, que ocupa el primer lugar y es acompañado por Alonso, en el segundo.
De esa manera, la vicepresidenta realizó una apuesta que se convalidó a nivel provincial con el acuerdo de unidad pactado por las diferentes líneas internas del justicialismo. Y las posibilidades de que esa jugada salga bien son amplias: La Pampa renueva tres bancas de las cuales dos son seguras para el Frente de Todos a raíz del arraigo del justicialismo en esa provincia.
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Quién es “Luchy” Alonso
El posicionamiento de “Luchy”, que forma parte del núcleo fundacional de La Cámpora, comenzó a gestarse cuando comenzó a trabajar como secretaria administrativa del Senado y rápidamente afianzó su vínculo con la vicepresidenta.
Es que desde ese lugar estuvo a cargo de la gestión económica del cuerpo y desde un principio se dedicó a investigar la gestión precedente, encabezada por Gabriela Michetti.
Economista de profesión, la pampeana de 36 años es oriunda de Victorica, un pueblo ubicado en el oeste pampeano, a poco más de una hora de viaje desde Santa Rosa, la capital. Su ingreso al kirchnerismo data de hace más de una década y, según contó en una entrevista con el diario La Arena, su posibilidad de ingreso a la gestión fue de parte de Mayra Mendoza, la actual intendenta de Quilmes, y con quien comparte un fuerte vínculo amistoso.
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“Mientras estudiaba y trabajaba en un supermercado, para despuntar el vicio los fines de semana daba clases de apoyo escolar en el comedor de una villa. Ahí conocí a un montón de compañeros y compañeras con los que hasta hoy sigo atravesando la vida política”, contó sobre sus inicios.
Y añadió: “En el 2009 me recibí, me fui de vacaciones, y cuando volví a Victorica me convocó una compañera que es Mayra Mendoza porque necesitaban una economista junior en Casa Rosada, y ahí arranqué. O en realidad ahí continué, solo que fue en ese momento que empecé a trabajar desde lo público”.
Después de su paso por la Balcarce 50 fue electa diputada nacional por La Pampa en el Frente para la Victoria, lo que significó su entrada al Congreso, un ámbito que conoce porque luego trabajó como secretaria de Coordinación Operativa. “Pasaron 10 años con muchos aprendizajes. Estoy más tranquila y mejor parada sobre la tierra”, aseguró tiempo atrás.
Recientemente electa vicepresidenta del peronismo pampeano, sostuvo que “los años y la experiencia de la vida te van amoldando en carácter y hay muchos cambios físicos también”.
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Sus propuestas
Si bien faltan algunas semanas para las Primarias y aún más tiempo para las Generales, la candidata trabaja en su campaña con recorridas en la provincia. Asegura que su “Ley Alonso” sea una que reforme la matriz productiva pampeana a través de la industrialización de la provincia y el valor agregado en la materia prima.
Más allá de eso, Alonso tendrá la tarea de afirmar junto a sus compañeros y compañeras de bancada el liderazgo de Cristina en un terreno en el cual ya está consolidada pero que puede sufrir algunas modificaciones después de noviembre, a partir de la renovación de bancas en Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán.
Entonces, Alonso, por ejemplo, estará cerca de Anabel Fernández Sagasti, en plena carrera electoral por conservar su lugar, y de Claudia Ledesma Abdala, la santiagueña con mandato hasta 2025 que es presidenta provisional del Senado. Podrían incorporarse al grupo de leales a Cristina la catamarqueña Lucía Corpacci, la santafesina María de los Ángeles Sacnun (siempre y cuando la lista triunfe frente a la del exministro de Defensa Agustín Rossi) y la cordobesa Gabriela Estévez.
Pero antes de apostar para que Alonso llegue al Senado, Cristina trabajó con “Luchy” en otra apuesta exitosa. Fue durante la campaña de 2015, cuando coincidieron en el nombre del camporista Luciano di Nápoli para que encabece la fórmula oficialista para la intendencia de Santa Rosa. Con casi el 52% de los votos, la formula kirchnerista arrasó y logró recuperar la capital pampeana, en manos del cambiemita Leandro Altolaguirre.
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