Quisiera confirmar que yo y algunos de mis colegas hemos sufrido un cyberattack por el que se habrían obtenido cerca de 40.000 documentos confidenciales vinculados con mi trabajo. Hemos puesto en marcha una investigación para conocer la extensión exacta del ataque ilegal y quiénes lo perpetraron, y está en proceso de presentarse la denuncia en Londres.
Es remarcable que este ataque a mi persona coincide con el momento en que empezamos a investigar a algunos gobiernos que prestan apoyo financiero a grupos terroristas internacionales.
No es la primera vez que por investigar gente con poder he sido el blanco de personas que distribuyeron información falsa o segmentada, con el objetivo de difamarme. En este caso se sugiere que utilice mis contactos personales para obstaculizar una investigación de la Corte Penal Internacional. Trabajé como Fiscal en el conflicto de Libia con Gadafi en el poder en el 2011, terminó mi función en el 2012; en el 2014 comenzó un nuevo conflicto en Libia entre otras partes y en el 2015 asesoré a un ciudadano libio que no tuvo ni tiene ninguna acusación frente a la Corte Penal Internacional. Lo asesoré por unos meses en cómo investigar los crímenes cometidos por las diferentes partes del conflicto para prevenir la violencia. Esa fue mi tarea, en la que no tuve ninguna actividad frente a la Corte Penal Internacional. No voy a clarificar otras inexactitudes pues no quiero autenticar la información obtenida por medio del hackeo.
En relación a mis finanzas personales me gustaría que sea claro que no tengo clientes ni oficina en Argentina, trabajo off shore y mis oficinas y mis cuentas reflejan eso. Tengo oficinas en New York y en Montevideo y viajo a diferentes partes del mundo para prestar mi asesoramiento. Durante mi gestión como Fiscal de la Corte Penal Internacional tuve que usar parte de mis ahorros que también estaban en bancos "off shore" para enfrentar gastos por mantener una casa en La Haya y otra en Buenos Aires. Durante ese período no hay ningún ingreso a alguna de mis cuentas que provengan de terceros. Los hackers no podrán demostrar lo contrario.