La nueva convocatoria por parte de los docentes a un paro nacional de cuatro días, que se inicia el miércoles y jueves de la semana que viene, como se anunció anteayer, no modificó los planes del Gobierno. En la Casa Rosada se mantendrán duros en su postura de que la paritaria tiene que ser acordada con las provincias tal y como se firmó, según explican, en el convenio del año pasado.
Además, le pedirán a los gobernadores de los trece distritos donde ya hubo acuerdo para que presionen a los gremios para que no se sumen a la protesta y el acatamiento sea menor.
“Es muy fácil ofrecer el 30% y después tener que salir a emitir pesos para poder pagarlos. Eso es hacer lo mismo que hacía el kirchnerismo y no tiene sentido”, graficó uno de los colaboradores más estrechos del presidente Mauricio Macri.
La postura, más que nunca, será convertir en la punta de lanza las negociaciones en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad. Sobre todo en la primera, en donde se volverá a insistir con que se trata de un tema político más que sindical. “La cláusula gatillo fue algo que los mismos sindicatos pidieron el año pasado, y ahora se olvidan”, afirmó una fuente al tanto de las negociaciones.
A principio de año, la gran mayoría de los gobernadores se reunieron con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y llegaron a un acuerdo de que la cuestión salarial sería encarada por cada una de las provincias.
Lo que sí cambió en la Rosada es que la postura contra los gremios se endurecerá aún más. Seguirán hablando de diálogo, pero cayó mal el último llamado al paro de cuatro días. Es que para el Gobierno toda discusión quedó trunca con esa decisión. Eso sí, por lo bajo admiten que hay cierta “apertura” por parte del gremialismo ya que de lo contrario el paro sería directamente el lunes. “Un pequeño margen, dan la pauta que hay”, explican; aunque en la provincia de Buenos Aires habrá también una huelga local ese día.
“Siempre tuvimos voluntad de diálogo”, afirmó Bullrich, quien además ratificó la postura del Gobierno de no convocar a la paritaria nacional debido a que esa cuestión “quedó aclarada en el convenio”.
En los planes del Gobierno, según deslizó la ministra porteña, Soledad Acuña, se encontraba la convocatoria para los gremios en las próximas semanas, una vez que terminen las discusiones salariales en las provincias, para comenzar a dialogar una serie de reformas, entre ellas la implementación del Instituto de Evaluación, cambios en la formación docente, una ley para proteger al maestro de las agresiones. Además, se prevé un ofrecimiento del Ministerio de Trabajo, a cargo de Jorge Triaca, para incluir a los docentes en el Consejo Nacional del Salario.
Esta convocatoria, que estaba cerrada desde el año pasado, iba a ser el 15 de marzo. El objetivo, entre otros, era encarar algunas de las cuestiones que los docentes sostenían que debían estar dentro de la paritaria nacional. La semana pasada se decidió que se extendería el llamado para cuando se terminen de cerrar las paritarias provinciales; por lo que se preveía que podía llevarse a cabo a fines de marzo.
