PROTAGONISTAS
adn sin pelos en la lengua

Al estilo de su abuela, Juanita Viale le pegó muy duro al Gobierno

De Macri. “Está probando nuevos métodos de gobernar”, dijo.
| cedoc
Que Mirtha Legrand apoyó la candidatura de Mauricio Macri como presidente a esta altura no es novedad. A su edad y con una extensa trayectoria, la dama de los almuerzos –y de las cenas también– lejos está de mantener el protocolo verbal más allá de lo que las normas de su educación le autoimponen en quien hace televisión “de toda la vida”. Dice lo que quiere, se disculpa a su manera cuando cree que debe hacerlo, está atenta a las críticas que la halagan y también a las que ella considera por demás injustas.
Por eso, luego de que Jaime Duran Barba estuviera invitado en su mesa hace unas semanas, no dudó en expresar que deberían alejarlo del Gobierno  porque su pensamiento y sus palabras sobre temas por demás sensibles en la presente   coyuntura afectaban la imagen de la gestión macrista.
No se sabe, aunque se intuye, si los comentarios de Legrand durante la emisión de su ciclo y a posteirori apuraron un almuerzo en la Casa Rosada. De ese encuentro pasaron apenas dos semanas. Y es ahora, en otra mesa y en otro canal, donde su nieta Juana Viale habló sobre lo que veía del presente político.
Ayer, consultada por un movilero de Desayuno americano –el ciclo que conduce Pamela David por canal América– sobre qué opinaba de los primeros seis meses de la gestión de gobienro de Macri, dijo: “Está en un momento durísimo y dificilísimo de gestión, en sí, en general. Es muy difícil para el presidente a la hora de encarar todo. Está todo desbaratado. Hay muchos problemas con los aumentos, la inseguridad, toda esta ola de secuestros, que no sé si no es relativo a todo lo que está sucediendo”. Consultada por las tarifas, expresó: “Y... todo aumentó, está durísimo. A todos los argentinos nos impactó en el costo de vida, ¿a vos no?”.  Con respecto a la “herencia recibida” como responsable de los problemas presentes o de la responsabilidad del gobierno actual, agregó: “Creo que es todo una gran cuerda y no hay un cabo nuevo. Se hereda algo y también se tiene que empezar a traducir y a crear una forma de gobernar que no es la misma que la antigua. Somos 42 millones de habitantes, obviamente no se puede contentar a todos. Es difícil.  Creo que todavía no han encajado en lo que quieren hacer. Están emparchando ciertos agujeros y probando nuevos métodos de gobernar, de decir... Está buenísimo aceptar errores, pero gobernar un país no es para estar probando, hay que saber, no se puede estar experimentando”.