PROTAGONISTAS
ximena saravia toledo

La ex mujer de Urtubey no está separada del gobernador

Incómoda con la difusión mediática de su aún marido junto a Isabel Macedo, dispara a través de Facebook. Galería de fotos

Pasado. En 2008, Urtubey nombró a su mujer como interventora en el municipio de Payogasta.
| Cedoc Perfil

“En la política y en el corazón hay razones que la razón ignora”, dice la célebre y tan empuñada frase esgrimida por Descartes. Y quizá sea eso por lo que esté atravesando Ximena Saravia Toledo, la ex mujer del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien, mientras éste le declara su amor y su intención de casarse a la actriz Isabel Macedo, atraviesa uno de los momentos más duros. De perfil bajo y refugiada en sus cuatro hijos –Marcos, Lucas, Mateo y Juana–, apunta ácida contra el político desde las redes sociales.

Lo mío no es el circo”, disparó. Esa fue la frase que llamó la atención y que escribió Saravia en su Facebook cuando, tras ser elogiada por su renovada figura, bromeó con estar lista para el “Bailando”–a donde todos van a sacar los trapitos al sol–. Pero enseguida aclaró que sólo se trataba de un chiste con la mencionada frase, en la que la elección de la palabra “circo” no fue ingenua. Por el contrario, este diario pudo averiguar cuánto la incomoda la exposición mediática que ha adquirido su ex, de quien aún no está divorciada legalmente, de la mano de la actriz Isabel Macedo.

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Todo esto la tiene muy desanimada, por los chicos. Esta farandulización no es agradable. Estas cosas le duelen mucho”, comentó un allegado de la salteña a PERFIL.

Pero el desencanto de Saravia no sólo fue en alusión a la mediatización de su aún marido. En otros posteos, la salteña también dio cuenta de su pensamiento respecto de la tarea que practica Urtubey. De hecho, cuando un seguidor le consultó sobre política mientras la arengaba a participar en ella, Saravia respondió de una manera sugerente: “Amo la política. Pero la política de verdad... La del compromiso, pasión, lealtad y amor por nuestro pueblo y nuestra bendita tierra”. Y luego descartó la posibilidad de inmiscuirse en esas arenas y deslizando una crítica con un claro destinatario: “Tiempo al tiempo... Paciencia... Esperemos que lo que tenga que decantarse se decante solo. Por el momento estoy abocada a mi familia y a la contención, formación y educación de mis cuatro hijos, que siempre fueron, son y serán mi responsabilidad”. Los posteos fueron realizados apenas una semana después de que Urtubey oficializara su relación con Macedo. Algo que no fue vivido con gracia por Saravia, quien al momento del cierre de este diario se encontraba en Buenos Aires visitando a sus dos hijos mayores, que estudian en la Capital. “Están separados desde hace un año y medio, pero cuesta”, sumó la fuente consultada por este diario. Otros, más enfáticos, aseguran que Saravia está despechada, pero que ni aun así se prestará para un escándalo: “Es de un perfil muy bajo, pertenece a una de las familias de la aristocracia salteña. Son muy religiosos y herméticos. Su padre es un médico muy reconocido y muy buena gente. No creo que esté sorprendida por la nueva relación de su ex. Además, Macedo no lo ayuda a él en imagen en Salta, sí lo hace conocido. Pero su situación es incómoda acá, no está contenta y no tiene una buena relación con él. Pero jamás hará escándalos”, señaló otro conocido.

En cuanto a la posibilidad de que la salteña se lance a la política, las mismas fuentes lo descartaron. “No tiene ningún interés político, nunca lo tuvo. Y menos ahora, no está con ánimos de hacer ningún tipo de incursión. Tuvo un cargo cuando asumió él pero fue por apenas unos meses y porque había que cubrir la intendencia de un pueblo de mil habitantes y se necesitaba a alguien de confianza”, explicaron a PERFIL. Lo cierto es que Saravia se estrenó en política en diciembre de 2008, cuando su marido la puso al frente del municipio de Payogasta como interventora. Pero nunca fue militante ni auspició de primera dama. Salvo en contadas ocaciones. De hecho, hay quienes sostienen que nunca se instaló en la casa presidencial. Hoy Ximena, quien tiene la misma edad que Juan Manuel y comenzaron a salir desde la adolescencia, pasa sus días en una casa de un barrio cerrado que pertenecía al matrimonio, se la ve poco en los eventos sociales y se refugia en sus hijos.