Estamos en esa etapa del año en la que las altas radiaciones solares dañan fuertemente a nuestra piel y las consecuencias son muy graves.
“La acumulación del daño en el tiempo va a provocar que aparezcan lesiones que pueden ser precancerosas o que inclusive hagan que se desarrolle un cáncer de piel“, aseguró Ana de Pablo, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, quien luego completó: “Las personas de piel blanca se enrojecen fácilmente cuando se exponen al sol y la acumulación de esas quemaduras hacen que haya lesiones malignas”.
“En cambio, el morocho o el que es de raza negra no va a tener cáncer de piel o la probabilidad está mucho más alejada”, completó la experta. Sin embargo, podemos prevenir está problemática con recursos que nos cuidan de la exposición ante el sol.
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“Hay que protegerse del sol durante todo el año, haciendo hincapié en las zonas que están expuestas siempre”, aseguró la entrevistada. “Los protectores solares deben ser efectivos contra UVB y UVA y el factor debe ir de 30 para arriba”, concluyó la dermatóloga. Otra medida efectiva es evitar la exposición al sol en horarios de mayor intensidad.
